En una entrevista en la televisión nacional saudí, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman insinuó una posible venta de una participación del 1% en Saudi Aramco. MBS afirmó que “hay conversaciones ahora para la adquisición de una participación del 1% por parte de una empresa energética líder a nivel mundial en un importante acuerdo que impulsaría las ventas de Aramco en un país importante”. Basándose en el valor actual de Aramco, la posible venta aportaría unos 19.000 millones de dólares al Reino. MBS no entró en más detalles sobre el acuerdo, pero sí indicó que es posible que se vendan más partes de Aramco en el futuro. El príncipe heredero lleva un tiempo impulsando esta venta en su intento de diversificar la economía del país y desprenderse del petróleo y el gas.
Ante el crecimiento demográfico y el desempleo, Arabia Saudita necesita desarrollar nuevos sectores económicos que ofrezcan oportunidades de empleo y complementen los ingresos procedentes de los hidrocarburos. MBS declaró que “si procedemos de la misma manera y teniendo en cuenta el aumento de la población, esto tendrá un gran impacto en 20 años en el nivel de vida al que nos hemos acostumbrado durante unos 50 años”. El príncipe heredero también se refirió a la adicción de Arabia Saudita a los ingresos procedentes de los hidrocarburos, diciendo que “esto se suma al riesgo de que la economía del Reino de Arabia Saudita dependa principalmente del petróleo, y a lo que el petróleo se enfrentará como desafíos en los cuarenta o cincuenta años venideros. Una utilización limitada, o tal vez los precios podrían ser menores, o podría haber una disfunción en la situación económica que podría conllevar repercusiones financieras y económicas”. Sin embargo, también subrayó que “hay una percepción errónea de que el Reino de Arabia Saudita quiere deshacerse del petróleo. No es así. Queremos explotarlo todo, ya sea el sector petrolero o los demás sectores”. También advirtió de que no hay que basar las estrategias únicamente en las proyecciones de la demanda futura, sino que hay que tener en cuenta que la oferta podría convertirse en la principal amenaza en el futuro. En palabras de MBS, “si hablamos de los demás en términos de oferta, te encuentras con que la oferta se pierde más rápidamente, o disminuye más rápidamente de lo que se reduce la demanda de petróleo”. MBS cree que Estados Unidos, Rusia y China se enfrentarán a un fuerte descenso de la producción de petróleo en los próximos años. Arabia Saudita planea estar preparada para aprovecharlo.
Al considerar la posible venta de una participación del 1% en Saudi Aramco, solo hay unas pocas partes que tendrían la capacidad y el deseo de participar. MBS insinuó que una compañía energética global estaba interesada en la participación, y con la mayoría de las COIs enfrentando restricciones financieras y regulaciones de transición energética, esa lista es bastante limitada. Parece probable que la empresa esté vinculada a China, Rusia o India. Teniendo en cuenta el actual enfoque asiático del Reino, es más probable que Aramco venda algunas acciones a partes chinas que a operadores indios. Al mismo tiempo, operadores rusos o fondos de inversión como Gazprom, Rosneft o RDIF podrían estar muy interesados en la venta. Teniendo en cuenta las actuales relaciones entre China y Arabia Saudí, lo más probable es que detrás de la operación se encuentre un gigante petrolero chino, respaldado por bancos chinos y el gobierno de Pekín. Esta venta encajaría en el contexto más amplio de los grandes acuerdos multimillonarios que se han acordado entre China y Arabia Saudita.
La mejora de las relaciones entre Pekín y Rhiyad se basa claramente en los vínculos existentes y crecientes en materia de hidrocarburos entre ambos. En la actualidad, China es el mayor importador de petróleo y productos petroquímicos saudíes.
Al ser una de las únicas regiones en crecimiento del mundo, China proporciona ingresos estables a Arabia Saudita. Otro posible competidor, India, aún está rezagado, pero podría convertirse en una fuerza a tener en cuenta en los próximos 5-9 años. Se espera que parte de la próxima ampliación de la capacidad de producción de Aramco, hasta los 12 millones de bpd, se destine a otros clientes asiáticos en lugar de a China.
China también se ha convertido en una importante potencia mundial de la “tercera vía” que tiene el poder de mitigar las repercusiones negativas de cualquier enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia o de una caída entre Estados Unidos y Arabia Saudita. MBS, al ser preguntado por la reciente recalibración de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí bajo el mandato de Biden, declaró “que nunca habrá un acuerdo al 100% entre dos países”. “Entre las diferentes administraciones de la Casa Blanca, el margen de diferencias puede aumentar o disminuir, pero estamos de acuerdo con la administración Biden” alrededor del 90% de las veces, añadió. Una posible inversión multimillonaria de empresas energéticas o fondos de inversión chinos no hará sino acelerar el pivote de Arabia Saudita hacia Oriente.
Los ingresos de la venta de una participación del 1% de Aramco se destinarían a la estrategia de crecimiento de la empresa y de su matriz, el Fondo de Inversión Pública Saudí. Se considera una buena forma de entrar en los mercados financieros sin emitir deuda. Como las acciones suponen un riesgo para los inversores y no para el emisor, no habrá un aumento del riesgo para Aramco, solo otra opción para monetizar activos. Hay que tener en cuenta que Aramco no es propietaria de las reservas de petróleo y gas saudíes, la propiedad sigue estando en manos de los gobernantes del Reino.