El Ministerio de Energía e Infraestructuras, la Autoridad de Servicios Públicos de Electricidad, Noga – The Israel Independent System Operator Ltd., e Israel Electric Corporation (IEC), han llegado a un acuerdo por el que se añadirán más de 2.000 megavatios de potencia procedente de fuentes de energía renovables a la red eléctrica existente, principalmente en el norte y el sur del país. La medida fue impulsada por el ministro de Energía e Infraestructuras, Israel Katz, después de que las respuestas negativas de la CEI a las solicitudes de conexión de nuevos proyectos a la red alcanzaran proporciones récord.
Para ilustrar la importancia de los 2.000 megavatios adicionales, el 13 de agosto de 2023, a las 14:53, cuando el consumo de electricidad en Israel alcanzó un récord histórico (15.690 megavatios), la electricidad procedente de fuentes fotovoltaicas ascendió a 2.644 megavatios, mientras que 3.379 megavatios se produjeron a partir de la quema de carbón contaminante. Los 2.000 megavatios procedentes de fuentes renovables ahora acordados, para los que se espera obtener la autorización de conexión a la red en pocas semanas, reducirán así sustancialmente la necesidad de utilizar carbón.
Pero incluso esto tiene una importancia limitada para la industria energética israelí. Hasta 2026, Israel no alcanzará el objetivo fijado para 2025 de que el 20% de la energía se produzca a partir de fuentes renovables. Sin una mejora masiva de la red eléctrica del país, los 2.000 megavatios que se están añadiendo ahora serán el final de la historia.
Por ello, el Ministerio de Energía e Infraestructuras ha declarado que las entidades responsables seguirán avanzando en las soluciones a medio y largo plazo para la red, previstas por Noga, por un importe de 17.000 millones de NIS hasta 2030. El programa de desarrollo está diseñado para facilitar una entrada muy grande de energía procedente de fuentes renovables y la construcción de instalaciones de almacenamiento con una capacidad de cientos de megavatios.
“No aceptaré una situación en la que el mapa de Israel tenga dos tonos: verde en el centro, pero en la periferia, en el norte, y el Néguev, sea rojo, y los ciudadanos y promotores no puedan conectar sus instalaciones de energía renovable”, dijo Katz. “No solo permitiremos que miles de megavatios se inyecten en la red eléctrica, sino que también ofreceremos incentivos económicos a quien lo desee para que instale una instalación de energía renovable en su propiedad, con el objetivo de que el país se vuelva verde”.