El productor de petróleo Rosneft de Rusia, controlado por el Estado, está a punto de cerrar su brazo comercial, dos meses después de que la unidad fuera sometida a sanciones de EE.UU. por manejar crudo venezolano.
Se está llevando a cabo un cierre de la operación con sede en Ginebra, según dos personas que conocen la situación, mientras que algunos empleados han sido enviados a casa en las últimas semanas y el personal superior ha estado buscando trabajo en otros lugares.
El Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a Rosneft Trading en febrero por la compra y venta de petróleo venezolano, una medida que, en efecto, prohibió a todas las demás partes de cualquier trato con la empresa. Washington dijo que las operaciones de la empresa habían “apuntalado” el régimen del dictador venezolano Nicolás Maduro.
En respuesta, Rosneft dijo el mes pasado que había acordado vender todos sus activos en el país sudamericano y que todas las operaciones comerciales “que tengan alguna relación con Venezuela han cesado por completo”.
El jueves, la compañía dijo al Financial Times que estaba revisando el futuro de las operaciones del brazo comercial.
“El futuro de [Rosneft Trading] como negocio comercial y su mandato está siendo considerado actualmente, teniendo en cuenta un posible cambio en la posición de los reguladores de Estados Unidos dadas las amplias acciones emprendidas por la empresa hasta la fecha”, dijo Rosneft en un comunicado.
El cierre es una de las opciones que se están considerando, según una tercera persona con conocimiento de las conversaciones.
El papel de Rosneft como proveedor de gasolina a Venezuela y comerciante de sus exportaciones de crudo lo convirtió en un salvavidas para el régimen de Maduro después de que otras empresas comerciales se echaran atrás bajo la presión de Estados Unidos.
Washington ve el régimen de Maduro como ilegítimo y ha pedido su derrocamiento, mientras que Moscú ha condenado la posición de Estados Unidos y ha seguido prestando apoyo.
El director ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, aliado durante mucho tiempo del ruso Vladimir Putin, ha sido un visitante frecuente en Caracas. Se entiende que la empresa ha obtenido grandes beneficios de la relación, que también implicó préstamos multimillonarios al país, pagados en petróleo.
Un funcionario de Estados Unidos dijo en febrero que más de la mitad del petróleo que salía de Venezuela estaba siendo manejado por Rosneft Trading.
Rosneft ha intentado construir un negocio de comercio internacional para competir con las grandes petroleras internacionales como BP y Royal Dutch Shell, y a finales de 2013 acordó comprar el negocio petrolero de Morgan Stanley, uno de los más grandes de Wall Street.
El acuerdo se vino abajo al año siguiente tras las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Moscú, Rosneft y el Sr. Sechin en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia, que desde entonces han pesado sobre sus ambiciones.