Gazprom avanza en la planificación de un gasoducto hacia China desde el Lejano Oriente ruso, en medio de una disminución en las exportaciones a Europa.
Texto Redactado: Gazprom, el coloso gasístico de Rusia, está delineando la infraestructura de un futuro gasoducto de gas natural que conectará el Lejano Oriente ruso con China. Este anuncio, realizado el pasado jueves, solidifica la relación energética entre ambos países.
Desde hace años, Rusia y China han establecido pactos para incrementar la provisión de gas ruso. A lo largo de este tiempo, Gazprom y las principales entidades energéticas chinas han colaborado estrechamente para ampliar la entrega de gas mediante gasoductos.
Actualmente, China recibe gas natural de Rusia a través del gasoducto Power of Siberia. Durante el 2022, las provisiones alcanzaron 15.000 millones de metros cúbicos, proyectándose un total de 22.000 millones para el cierre del año. Asimismo, se supo que Rusia elevó la capacidad exportadora de su gasoducto hacia China, superando los 60 millones de metros cúbicos diarios a comienzos de año.
Luego del distanciamiento con Europa, China se ha posicionado como un socio prioritario para el gas estatal ruso. El Power of Siberia es uno de los proyectos más significativos recientemente culminados por Gazprom, representando el primer canal de gas ruso hacia China. Se rumorea sobre un Power of Siberia 2, que según Alexander Novak, viceprimer ministro ruso, podría reemplazar al descontinuado Nord Stream 2 en los planes expansivos de Gazprom.
Esta semana, Alexey Miller, director ejecutivo de Gazprom, indicó que las entregas de gas a China podrían equiparar en breve las cifras que Moscú enviaba a Europa Occidental previo al conflicto con Ucrania. Cabe recordar que Rusia proveía casi el 35 % del gas consumido en Europa antes de la confrontación en Ucrania.
Sin embargo, Vedomosti, medio ruso, publicó que expertos cuestionan la capacidad de Rusia para alcanzar tales cifras en China en el corto plazo, al menos durante los próximos siete años.
Por último, este año las exportaciones de Gazprom hacia Europa experimentaron un fuerte declive, afectando notoriamente sus ingresos. Gazprom reportó una marcada caída en sus beneficios netos en el primer semestre, producto de una reducción en las entregas a Europa, comparándolo con el mismo periodo de 2022.