En un reciente reportaje de Reuters, se reveló que las corporaciones petroleras de envergadura global, Saudi Aramco y Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC), están explorando oportunidades de inversión en el sector de gas natural licuado (GNL) estadounidense. Este movimiento estratégico apunta a desafiar la supremacía de Qatar en el mercado global de GNL, tras su reciente desplazamiento por Estados Unidos como el principal exportador a nivel mundial.
Fuentes cercanas a la situación informaron a Reuters que tanto Aramco como ADNOC buscan fortalecer su posicionamiento frente a Qatar, anticipando un incremento significativo, hasta un 50%, en la demanda global de GNL para el 2030.
Específicamente, Aramco muestra interés en el proyecto Sempra Infrastructure Port Arthur LNG Phase 2, ubicado en Texas. Este proyecto ya ha visto la luz con su primera fase en producción, y actualmente se propone una expansión de la segunda fase.
Por otro lado, ADNOC dirige su atención hacia la cuarta instalación de procesamiento propuesta por NextDecade en la operación de exportación de GNL de Río Grande, además de considerar un eventual acuerdo de adquisición.
Aunque Reuters no pudo acceder a detalles más profundos sobre estas negociaciones, incluyendo si se tratan de acuerdos de compra directa o inversiones en capital, el silencio de Aramco y ADNOC ante las solicitudes de comentarios añade un velo de misterio a estas discusiones preliminares.
Estas conversaciones emergen en un contexto donde la Administración Biden ha puesto en pausa las aprobaciones de nuevos proyectos de GNL, mientras que la industria americana del GNL enfrenta retos para asegurar financiamiento para sus iniciativas. En este escenario, Kaushal Ramesh, vicepresidente de investigación sobre GNL en Rystad Energy, destacó: “El mensaje es claro: si los bancos enfocados en criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) no respaldan financieramente los proyectos estadounidenses, existirán otros actores dispuestos a intervenir”.
El ascenso de EE.UU. al liderazgo global en exportaciones de GNL, superando a Qatar a principios de enero, se debe en gran parte a la crisis energética desencadenada por la invasión rusa de Ucrania. Este hecho obligó a Europa a diversificar rápidamente sus fuentes de energía, incrementando la importación de GNL estadounidense para sustituir el gas procedente de Rusia.
Desde el inicio de sus exportaciones de GNL en 2016, Estados Unidos ha experimentado un crecimiento exponencial en este mercado. Según datos referenciados por Forbes de LSEG, las exportaciones estadounidenses de GNL alcanzaron los 88,9 millones de toneladas métricas durante el año 2023, registrando un incremento interanual cercano al 15%.