Debido a un problema de pago, el flujo de petróleo a lo largo del Druzhba oleoducto de Rusia, crucial para Hungría, la República Checa y Eslovaquia, se ha detenido como parte de la última presión de Moscú sobre el suministro energético europeo.
Según Transneft, el operador del oleoducto propiedad del gobierno ruso, la sección sur del oleoducto Druzhba dejó de fluir petróleo a las refinerías de las tres naciones el pasado jueves. Los problemas para pagar los costes de tránsito a UkrTransNafta, que gestiona el tramo ucraniano, provocaron la suspensión.
El oleoducto es crucial para el suministro de crudo ruso a las refinerías de varios países europeos para que puedan convertirlo en gasóleo, gasolina y otros productos petrolíferos.
La UE levantó temporalmente su embargo a las importaciones de petróleo ruso, que entrará en vigor antes de que acabe el año. Esta exención se aplicaba a los envíos por oleoducto a las tres naciones.
Según OilX, que supervisa el flujo de petróleo a lo largo del Druzhba, la parte sur del oleoducto estaba fluyendo unos 230.000 barriles de crudo al día en julio.
La transferencia de crudo a través del oleoducto se ha detenido “debido a problemas técnicos en el frente bancario”, según MOL, que gestiona la parte húngara del oleoducto y tiene refinerías que dependen de los suministros del Druzhba.
Tras la publicación de la información sobre la interrupción del suministro, los precios del petróleo subieron. El martes, el Brent, la referencia mundial, subió más de un 1%, hasta los 97,76 dólares por barril.
Las solicitudes de respuesta de otros operadores de oleoductos de las tres naciones y de Ucrania no tuvieron respuesta inmediata.