La empresa israelí IVIX aseguró $60 millones en una ronda de financiación Serie B destinada a fortalecer el desarrollo de su plataforma de software basada en inteligencia artificial, utilizada por gobiernos y organismos de seguridad para detectar y combatir el lavado de dinero y otros delitos financieros.
La operación fue liderada por O.G. Venture Partners, fondo fundado y respaldado por el empresario israelí Eyal Ofer, con la participación de Insight Partners, Citi Ventures, Team8, Disruptive AI, Cardumen Capital y Cerca. Con esta inversión, la compañía suma un total de $85 millones recaudados desde su creación.
Fundada en 2020 por los especialistas en seguridad y tecnología Mattan Fattal y Doron Passov, IVIX desarrolla soluciones para agencias de aplicación de la ley en materia financiera. Su software permite identificar actividades ilícitas como evasión de sanciones, incumplimientos fiscales y lavado de dinero mediante el uso de inteligencia artificial. Según la empresa, sus herramientas ayudaron a autoridades de Estados Unidos, Europa y Asia a localizar activos en el extranjero y operaciones ilegales valoradas en “miles de millones de dólares”.
“El carácter disperso y opaco de la información pública dificultó durante décadas su aprovechamiento contra delitos financieros complejos”, afirmó el director ejecutivo, Mattan Fattal. “Reunimos personal técnico de primer nivel, invertimos en investigación especializada y combinamos modelos de lenguaje de gran escala con algoritmos modernos de grafos para cumplir esta misión”. Fattal calificó esta plataforma como “la tecnología más compleja” en la que ha trabajado.
La compañía emplea cerca de 60 profesionales, concentrados principalmente en su centro de investigación y desarrollo de Tel Aviv, y mantiene presencia en Estados Unidos, Europa, Sudamérica y Asia. Su software examina datos públicos en internet mediante modelos de lenguaje y análisis avanzado de grafos para identificar anomalías y conexiones ocultas. Además, integra información procedente de redes de criptomonedas, microtransacciones de alta velocidad, blockchain y mercados globales de comercio electrónico, lo que permite detectar redes delictivas que escapan a los métodos manuales tradicionales utilizados por auditores e investigadores financieros.
Agencias gubernamentales, incluidas autoridades fiscales, han investigado históricamente mecanismos de evasión como empresas ficticias, cuentas offshore y esquemas de blanqueo con estructuras múltiples. Sin embargo, el avance de la economía digital, con redes de criptomonedas cada vez más sofisticadas y con anonimato en blockchain, ha incrementado la dificultad y el tiempo necesario para identificar fraudes complejos. Según datos de Statista, estas actividades ilícitas alimentan una economía sumergida global no gravada que asciende a $20 billones.
Fattal señaló que los nuevos recursos se destinarán a perfeccionar las capacidades de la plataforma y a “ayudar a más autoridades en el mundo a adelantarse a la evolución acelerada de la economía sumergida”. La compañía prevé duplicar su plantilla hasta 150 empleados en menos de un año.