La empresa de impresión 3D israelí-estadounidense Stratasys ha anunciado que reducirá alrededor del 15% de su plantilla global para finales de año. Esta decisión afectará a unos 80 empleados en Israel, y forma parte de una estrategia de reestructuración enfocada en la reducción de costos en respuesta a las actuales dificultades económicas.
Stratasys, que cotiza en el Nasdaq, tiene sedes en Rehovot, Israel, y en Minneapolis, Estados Unidos. La compañía se especializa en la fabricación de impresoras 3D industriales para polímeros, que se utilizan en sectores tan variados como el de productos de consumo, la atención médica, la industria aeroespacial y la automotriz.
Entre los principales clientes de Stratasys se encuentran grandes empresas como general Motors, Google, Tesla, Amazon y Medtronic. A nivel global, la compañía emplea a 1,980 personas, de las cuales 537 están en Israel.
Aunque Stratasys no ha proporcionado una cifra exacta sobre la cantidad de empleados que serán despedidos, se estima que alrededor de 300 puestos de trabajo serán eliminados en todo el mundo, incluyendo los 80 en Israel. La empresa anticipa que esta medida de reducción de plantilla generará un ahorro anual de aproximadamente 40 millones de dólares, a partir del primer trimestre de 2025.
En un comunicado enviado por correo electrónico, Stratasys explicó: “Junto con la creciente adopción y uso de las soluciones de Stratasys, los desafíos macroeconómicos que afectan a toda la industria han provocado una disminución de la demanda, en particular de nuevas inversiones de capital”.
La empresa subrayó que, en respuesta a estas condiciones, está llevando a cabo una reorganización y ajustando su estructura de costos para alinearse mejor con el mercado actual.
El anuncio de esta reestructuración coincidió con la publicación de los resultados financieros del segundo trimestre de la empresa. Stratasys reportó una disminución en sus ingresos, que cayeron a 138 millones de dólares, frente a los 159.8 millones de dólares obtenidos en el mismo período del año anterior.
La compañía también informó una pérdida neta de 25.7 millones de dólares en el segundo trimestre, una mejora comparada con la pérdida de 38.6 millones de dólares del mismo trimestre del año pasado. Para el conjunto del año, Stratasys espera ingresos de entre 570 y 580 millones de dólares, una cifra que representa unos 50 millones de dólares menos de lo que había proyectado anteriormente.
Durante el último año, Stratasys participó en varias negociaciones y acuerdos de fusión, incluyendo conversaciones con Desktop Metal, un importante actor en la impresión 3D industrial en Estados Unidos, y su competidor 3D Systems. Sin embargo, estos acuerdos no llegaron a concretarse.
“Nuestros esfuerzos permitirán a nuestros clientes abordar de manera más eficaz sus mayores desafíos de fabricación, lo que debería conducir a una mayor adopción de nuestras tecnologías aditivas”, afirmó el Dr. Yoav Zeif, director ejecutivo de Stratasys.
El Dr. Zeif también destacó que esta reestructuración es esencial para que la empresa pueda alcanzar sus metas de rentabilidad y mantener un flujo de caja constante, al mismo tiempo que se prepara para capitalizar las oportunidades que puedan surgir cuando las condiciones económicas mejoren.