Tras acciones “antiterroristas” anunciadas por Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj, el Brent experimentó un alza, situándose en 95 dólares por barril.
Desarrollo de operaciones en Nagorno-Karabaj y su impacto
El entorno geopolítico en la región de Nagorno-Karabaj, predominantemente habitada por armenios, se ha tensado tras las recientes maniobras de Azerbaiyán. A pesar de la nomenclatura local de Artsakh, la región es internacionalmente reconocida como parte de Azerbaiyán.
El pasado mes, Nagorno-Karabaj recibió asistencia vía la ruta azerbaiyana de Aghdam. Sin embargo, Azerbaiyán continúa obstruyendo el corredor de Lachin, vinculante con Armenia.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán declaró la iniciación de operaciones locales “antiterroristas” destinadas a neutralizar infraestructuras militares armenias en la región. En un reciente incidente, fuerzas armadas armenias supuestamente atacaron un vehículo con una mina, causando dos víctimas civiles.
Posicionamiento de Armenia ante la situación
En contraposición, Armenia refuta las afirmaciones azerbaiyanas, negando la presencia de personal y equipo militar armenio en Nagorno-Karabaj. Según el Ministerio de Defensa armenio, la situación en las fronteras de Armenia mantiene estabilidad hasta la fecha.
Es imperativo destacar que Azerbaiyán detenta un rol crucial en la producción y exportación de petróleo y gas. Además, forma parte del consorcio OPEP+ como miembro no OPEP, influenciando la oferta de petróleo al mercado global.
La escalada de tensiones en la región Azerbaiyán-Armenia ha generado repercusiones en los mercados energéticos. Consecuentemente, el crudo WTI registró un incremento del 1,3 %, alcanzando los 92,50 dólares.
Implicaciones económicas del ascenso petrolero
El rally del petróleo ha manifestado un incremento del 15 % en las últimas tres semanas, niveles que no se observaban desde noviembre. Estos precios se aproximan a valores de tres dígitos, tal como indica Craig Erlam, analista sénior de OANDA.
Este impulso del mercado de hidrocarburos ha sido constante y, según Erlam, aún no se perciben indicios de desaceleración en el horizonte.