Tres días después de los ataques de Hamás, Israel paraliza varias cuentas de criptomonedas del grupo, impidiendo su financiación a través de las redes sociales.
El 13 de octubre, en respuesta a la agresión reciente de Hamás, la unidad cibernética de la Policía de Israel tomó medidas drásticas, congelando múltiples cuentas de criptomonedas vinculadas al grupo. Esta acción se produce mientras Hamás buscaba activamente financiación a través de plataformas online.
Desde 2019, tanto Hamás como la Yihad Islámica Palestina (PIJ) han recurrido a bitcoin para solicitar fondos, esquivando así los sistemas tradicionales de transferencia de dinero. Su clasificación como organizaciones terroristas les impide el acceso a servicios financieros en Israel y Estados Unidos, entre otros.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, destacó que Irán es una fuente principal de sus recursos, suministrando anualmente cerca de 100 millones de dólares a Hamás y millones adicionales a la PIJ. Además, en los últimos diez años, Qatar ha proporcionado más de 1.500 millones de dólares a Hamás. Aunque estos fondos están destinados a necesidades civiles, una porción significativa se desvía hacia actividades del grupo.
Las criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, han ganado notoriedad por su uso en la financiación de entidades ilegales, gracias a la facilidad de transferencia global y el anonimato que supera las restricciones bancarias. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, las Brigadas al-Qassam, ala militar de Hamás, comenzaron a pedir bitcoin en 2019, promocionando la naturaleza “irrastreable” de estas transacciones.
En 2020, Estados Unidos contrarrestó este método, identificando y apoderándose de 150 cuentas de bitcoin utilizadas para apoyar a las Brigadas al-Qassam. El seguimiento continuó con la búsqueda de financiadores en territorio estadounidense, dando como resultado la acusación de dos ciudadanos turcos por lavado de dinero en beneficio de Hamás, quienes posteriormente fueron encarcelados.
Las autoridades de Israel han estado persiguiendo activamente el blanqueo de criptomonedas destinado a Hamás. Según TRM, firma de análisis financiero, la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo (NBCTF) ha decomisado cientos de billeteras de bitcoin asociadas con Hamás en años recientes, totalizando decenas de millones de dólares.
Particularmente, durante la operación “Guardián de los Muros” en mayo de 2021 contra Hamás, se notó un incremento en donaciones en criptomonedas a las Brigadas al-Qassam, incitando una acción decisiva de Israel para cesar estos recursos financieros. Elliptic, expertos en análisis de blockchain, reveló que en 2021, Israel bloqueó 7,3 millones de dólares en activos digitales ligados a Hamás, involucrando Bitcoin, Tether, Ethereum, Tron y Dogecoin. Anteriormente, Hamás había acumulado solo unos miles de dólares en criptodonaciones.
Con el incremento de la supervisión, Hamás ha refinado sus estrategias de recaudación. Como reportó The Wall Street Journal, tras sucesivas confiscaciones, Hamás y facciones afiliadas en Gaza han cesado de divulgar públicamente sus direcciones de billeteras cripto, optando por procesadores de pago que encubren las verdaderas cuentas receptoras de criptomoneda.
En un cambio significativo, las Brigadas al-Qassam anunciaron en abril que desistirían de aceptar Bitcoin debido a la escalada de acciones “hostiles” contra sus financistas. The Wall Street Journal resaltó datos de BitOK que estimaban que Hamás había obtenido unos 41 millones de dólares entre 2021 y 2023 en criptomonedas.
En un informe de julio, TRM detalló que la NBCTF ejecutó la incautación de criptoactivos más grande en la historia de Israel, apuntando a cuentas asociadas con la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá. Desde agosto de 2021 hasta junio de 2023, billeteras relacionadas con la Yihad Islámica Palestina recibieron 93 millones de dólares en bitcoin.
Después del ataque terrorista del 7 de octubre, naciones occidentales consolidaron su respaldo a Israel en su conflicto contra Hamás, y expertos de Elliptic anticipan una expansión global en los esfuerzos para prevenir el financiamiento del terrorismo via criptomonedas. En una movida reciente, la administración Biden impuso sanciones a diez miembros de Hamás y una casa de cambio de criptomonedas en Gaza.
Además, las actividades etiquetadas como “humanitarias” están bajo el escrutinio de Israel. Posterior al conflicto, la NBCTF identificó un crecimiento exponencial en las campañas de crowdfunding para Palestina, enumerando once iniciativas sospechosas de tener vínculos con Hamás. Diversas entidades caritativas en Qatar, Kuwait, Turquía, y países occidentales han instigado campañas que procesan pagos con tarjetas de crédito, Google Pay, y otros sistemas de pago digitales.