Cerca de 900 empleados de programas de guardería financiados por el ayuntamiento de Jerusalén han iniciado una huelga de dos días, con una jornada adicional de paro prevista para el 30 de abril. El Sindicato de Trabajadores de Guarderías ha comunicado esta acción en demanda de mejoras en las condiciones laborales y salariales.
Los trabajadores, incluidos cuidadores y asistentes, señalan la negativa del ayuntamiento a negociar como el principal motivo de su protesta. Los salarios de los responsables de los programas vespertinos no se han actualizado desde 2018, y provocó una brecha salarial del 25% en comparación con sus colegas de la mañana, de acuerdo con el sindicato.
Además, el sindicato expresa preocupaciones sobre cambios propuestos en la administración de los programas que podrían afectar negativamente las condiciones laborales, un punto aun sin resolver en las discusiones con la ciudad. El ayuntamiento de Jerusalén ha calificado la huelga de “injustificada y completamente innecesaria”, argumentando que ha presentado propuestas significativas al sindicato que han sido rechazadas.
Según el ayuntamiento, los salarios de estos trabajadores están determinados por el Ministerio de Educación al inicio de cada año escolar, y la mayoría no son empleados directos de la ciudad. En Israel, las guarderías operan hasta primeras horas de la tarde, seguidas por un servicio opcional que cuida a los niños hasta el fin de la jornada laboral.