La guerra ha generado una escasez de mano de obra en Israel, afectando especialmente a los sectores de la agricultura y la construcción debido a la retirada de permisos de trabajo para los palestinos de Judea y Samaria, y Gaza.
La situación se ha agravado con la partida de trabajadores extranjeros, incluyendo miles de tailandeses que han regresado a su país.
El embajador de Sri Lanka en Israel, Nimal Bandara, ha trabajado incansablemente para encontrar una solución a esta problemática en colaboración con los gobiernos de Israel y Sri Lanka.
Trágicamente, dos cuidadores srilankeses fueron asesinados en los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre, lo que conmocionó a la comunidad srilankesa tanto en Israel como en su país de origen. Bandara actuó de inmediato, identificó los cuerpos de las víctimas y organizó su repatriación.
Además, instó a los compatriotas srilankeses que residían en Israel a quedarse y brindar su apoyo durante la guerra, ya sea donando sangre o trabajando como voluntarios en las granjas. Ninguno de ellos optó por regresar a su tierra natal, sino que se quedaron, ofreciendo su ayuda siempre que fuera necesaria.
Reconociendo la importancia del problema de la falta de mano de obra, Bandara se reunió con miembros del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Israel, lo que culminó en un acuerdo entre ambos países.
Este acuerdo permite que miles de ciudadanos de Sri Lanka obtengan permisos de trabajo en Israel para ayudar a cubrir la brecha de mano de obra en sectores clave, y es gestionado de gobierno a gobierno, sin la intervención del sector privado.
La Oficina de Empleo en el Extranjero de Sri Lanka (SLBFE) está llevando a cabo entrevistas y seleccionando a los solicitantes, quienes comenzarán a llegar en las próximas semanas, dependiendo de la disponibilidad de vuelos. Los trabajadores seleccionados pagarán por sus propios vuelos, que la oficina organizará en su nombre. La aerolínea que se utilizará aún no está confirmada debido a la situación actual.
A su llegada, los trabajadores srilankeses se dividirán en dos grupos principales: aproximadamente la mitad trabajará en la construcción y la otra mitad en la agricultura. Un pequeño número desempeñará roles como cuidadores, junto a los ciudadanos de Sri Lanka que ya trabajan en este ámbito en Israel.
Este acuerdo fortalecerá los lazos entre ambos países, generando beneficios económicos mutuos. Israel podrá satisfacer sus necesidades en los sectores de construcción y agricultura, impulsando su economía, mientras que Sri Lanka verá un aumento en su economía gracias a los trabajadores que envían remesas a sus familias.