Mientras el mundo continúa luchando contra la pandemia del COVID-19, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump está mirando algo un poco más… celestial, si se quiere, firmando una orden ejecutiva que prohibirá cualquier esfuerzo internacional para impedir la extracción de recursos de la Luna.
El lunes por la mañana, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva, que se ha estado trabajando por más de un año, acertadamente titulada “Alentando el apoyo internacional para la recuperación y uso de los recursos espaciales”. La orden subraya que el tratado espacial de 1967 permite el uso de recursos en la Luna, Marte y otros lugares.
“El espacio exterior es un dominio legal y físicamente único de la actividad humana y los Estados Unidos no ven el espacio como un bien común mundial”, dice la orden, añadiendo que “los estadounidenses deben tener el derecho de participar en la exploración comercial, la recuperación y el uso de los recursos en el espacio exterior”.
Sin embargo, este acuerdo también especifica que cualquier empresa en el espacio debe cumplir con el derecho internacional. En 2015, la Administración Obama aprobó una ley que da luz verde a las empresas estadounidenses para utilizar los recursos de la Luna y los asteroides.
Esta orden ejecutiva no debería sorprender. Trump se ha interesado constantemente en afirmar el poderío estadounidense en la frontera final, creando la rama de la Fuerza Espacial del ejército estadounidense en 2018 con el objetivo de llevar a cabo una guerra espacial si fuera necesario. La nueva orden ejecutiva, sin embargo, ahora tiene como objetivo despejar el camino para que las empresas se involucren en los planes de Trump.
Los científicos han creído durante mucho tiempo que las futuras misiones a la Luna ofrecerían importantes oportunidades de recursos que podrían utilizarse en el sector energético o con otros fines. El programa Artemis de la NASA pretende llevar a los americanos de vuelta a la luna para el 2024.
Los investigadores están invirtiendo mucho tiempo y recursos en nuevas formas para que los astronautas vivan y aprovechen los ecosistemas únicos de los destinos celestiales. Estos proyectos incluyen refugios sostenibles, energías renovables y mucho más.