Una campaña para reducir los precios de la electricidad para los usuarios finales ha llevado a Pekín a reducir las tarifas de las centrales eléctricas de gas, lo que ha amenazado la supervivencia de muchas de ellas, informa Wood Mackenzie, sumándose a la ya sustancial presión sobre la industria por la actual guerra comercial con los Estados Unidos.
“Las nuevas regulaciones causarán por lo menos una disminución de cinco a seis puntos porcentuales en los ya pobres márgenes de las centrales eléctricas de gas”, informó el consultor principal de Wood Mac, Frank Yu. “Los costos de combustible entregado en la mayoría de las plantas de energía de gas solo han disminuido entre un 10% y un 13%, mientras que los ingresos se han reducido entre un 16% y un 28% debido a las nuevas regulaciones. La mayoría de los proyectos ahora son deficitarios o apenas están en equilibrio”.
Las tarifas eléctricas en el país han disminuido en un promedio del 25% en los últimos tres años, mientras que las tarifas de las centrales eléctricas de gas se redujeron entre el 16 y el 28% en algunos mercados clave.
Esto significa que unos ocho mil millones de metros cúbicos de demanda de gas de las centrales eléctricas chinas podrían desaparecer para el 2025 a medida que se construyen menos centrales nuevas de gas y las tasas de utilización disminuyen debido a las bajas tarifas, en algunos casos casi tan bajas como las de las centrales de carbón, las más baratas.
El lado positivo es que la demanda de energía en China seguirá creciendo en los próximos años. De hecho, según Yu, China representará casi el 50% del crecimiento mundial de la demanda de energía en los próximos diez años. Esto significaría más granjas solares y eólicas, y también más carbón. Pero también tendrá que incluir más gas, a pesar de la economía desfavorable y del hecho de que China utiliza predominantemente tecnología de generación de energía a partir de gas importado, lo que socava aún más la competitividad de dichas plantas.
La competitividad en materia de costos también fue identificada como un obstáculo para la demanda de gas en otro informe reciente. En el Informe Mundial sobre el Gas de la Unión Internacional del Gas también se señaló que China, junto con la India, se encontraba entre los países en que la dependencia del gas importado afectaba negativamente a la demanda del combustible, beneficiando al carbón de bajo costo.