Amir Yaron, el jefe del Banco de Israel, ha urgido al primer ministro Benjamin Netanyahu a acelerar el debate y la aprobación del presupuesto estatal para 2025.
Según Yaron, los mercados financieros exigen una política fiscal responsable, especialmente en tiempos de conflicto. En una carta dirigida a Netanyahu y vista por Reuters el martes, Yaron subrayó que, tras más de 10 meses de guerra, es crucial que el gobierno respete los marcos presupuestarios de 2024 y avance con la aprobación del presupuesto de 2025. Este paso es esencial para mantener la estabilidad económica y reforzar la reputación financiera de Israel, escribió.
Hace un mes, Netanyahu, Yaron, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich y altos funcionarios del Ministerio de Finanzas se reunieron por primera vez para discutir el presupuesto, que se espera sea aprobado a finales de año. En su carta, Yaron señaló que Netanyahu había decidido llevar a cabo otra reunión para discutir posibles ajustes presupuestarios. Sin embargo, han pasado semanas desde entonces sin avances, lo que llevó a Yaron a recalcar la importancia de programar una nueva reunión para impulsar el proceso.
Medios hebreos han especulado que Netanyahu podría estar retrasando la aprobación del presupuesto con el fin de provocar nuevas elecciones, dado que la falta de un presupuesto aprobado antes del 31 de marzo de 2025 llevaría automáticamente a una convocatoria electoral. La oficina de Netanyahu no ha comentado al respecto.
La semana pasada, Fitch rebajó la calificación crediticia de Israel, siguiendo los pasos de S&P y Moody’s en meses anteriores, citando el aumento de los riesgos geopolíticos debido a la guerra en Gaza. Fitch mantuvo una perspectiva negativa, lo que implica la posibilidad de futuras rebajas. Yaron señaló que, aunque la rebaja se debe en parte a la situación de seguridad, también refleja una evaluación de la actual gestión de la política económica y la importancia de las políticas futuras. Destacó que estas rebajas refuerzan la necesidad de avanzar con el presupuesto para reducir la incertidumbre en los mercados y contribuir a la estabilidad económica.
La guerra de Israel en Gaza comenzó tras la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, en la cual murieron alrededor de 1,200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes. En julio, el déficit presupuestario de Israel alcanzó el 8.1% del PIB, pero Smotrich ha expresado su confianza en que esta cifra se reducirá al 6.6% para finales de 2024. Antes de la guerra, el objetivo de déficit era del 2.25% del PIB.