En los últimos dos años más de 1,2 millones de refugiados ingresaron a Alemania. No obstante, la población del país se encuentra en una ruta de disminución irreversible. Desde 1970 mueren más personas de las que nacen, y nacen menos que en Gran Bretaña y en Francia.
La Organización de las Naciones Unidas estimó que en 2050 los alemanes se habrán reducido a 75 millones, desde 82 millones en 2015, y dos de cada cinco tendrán más de 60 años.
“Si Alemania es una advertencia para otros, su parte este es una advertencia para el oeste“, detalló The Economist. “Si todavía fuera un país, Alemania del Este sería el más envejecido del mundo”.
Hace treinta años, la caída del Muro de Berlín causó un gran impacto demográfico: millones, en su mayoría jóvenes, migraron al oeste. Los que permanecieron tuvieron una descendencia excepcionalmente escasa. “La población del este se achicará de 12,5 millones en 2016 a 8,7 millones en 2060, según estadísticas oficiales”, señaló la revista británica.
Como ejemplo, la publicación observó que en la ciudad de Bitterfeld-Wolfen —que antiguamente eran dos— uno de cada cinco edificios está vacío, dos tercios de los jardines de infantes y la mitad de las escuelas han cerrado desde 1990 y la antigua mina de carbón se reconvirtió en una laguna con un pequeño puerto deportivo. La única industria que se desarrolla es el cuidado geriátrico, y para cubrir esos empleos se entrena a extranjeros.
Debido a la falta de población, el este tiene una productividad laboral 20% menor que el oeste. Menos de un tercio de los asilados tiene la capacidad de trabajar, y la mitad de los que consiguen regularizar sus documentos y dominar el idioma se van a zonas más prósperas.
Si todavía fuera un país, Alemania del Este sería el más envejecido del mundo.
Aunque históricamente la inmigración ha compensado las bajas tasas de fertilidad de Alemania —y eso se ha mantenido así en los últimos años— muchos países europeos que generaban emigrados, como Polonia, también han envejecido. El equilibrio se romperá hacia 2020, cuando se espera que se acelere el declive de la población.
A mediados del siglo se estima que también las poblaciones de Grecia, Italia, Polonia, Portugal y España se habrán reducido, y estarán inclusive más envejecidas que las de Alemania.