Assad Ahmad Barakat, detenido este viernes en Foz do Iguazú, era el agente clave del grupo terrorista Hezbolá y el líder financiero de la organización en América Latina. Si bien su base operacional ha sido Paraguay, Argentina y Brasil, Barakat manejó las finanzas de Hezbolá en toda América Latina y el Caribe.
Fue designado como agente de alta peligrosidad por los Estados Unidos a principios de 2002 por sus operaciones en el Área de la Triple Frontera (TF) de América del Sur, la región que abarca las fronteras de Paraguay, Brasil y Argentina. Barakat disponía de relación directa con el más alto liderazgo de Hezbolá en Líbano. Fue el jefe de operaciones militares y recaudación de fondos del grupo en la TF desde principios de la década de 1990.
Como agente de relevancia en la zona, operó la red financiera de Hezbolá en la región, y poseía varios negocios propios desde los cuales realizaba actividades de lavado de dinero para generar fondos para el grupo terrorista.
Barakat fue acusado formalmente por Paraguay en 2001 y cumplió una condena de prisión de seis años y medio en el país después de que fuera arrestado en Brasil en 2002. Sin embargo, su paradero se perdió por varios años, siendo dificultosa su ubicación desde que fue liberado de la custodia paraguaya en 2009.
La historia de Barakat en Latinoamérica comenzó a mediados de la década de 1980, fue allí cuando emigró del Líbano a Paraguay escapando de la Guerra Civil Libanesa. Pronto comenzó a operar varios negocios con sede en Ciudad del Este, Paraguay; incluyendo Apollo Import-Export Mondial y Engineering and Construction, a través de ambas empresas llevó a cabo planes de lavado de dinero para generar fondos para Hezbolá. Con la ayuda de sus hermanos Hatem y Hamzi, Assad Barakat también operó empresas adicionales con sede en Líbano, Chile y Argentina.
También recaudó fondos para Hezbolá usando bancos de distintas latitudes y modalidades mafiosas de presión y amenazas a docenas de comerciantes libaneses en la Triple frontera (TF): los comerciantes debían pagar una cuota al grupo bajo la amenaza de poner a los miembros de su familia en una «lista negra de Hezbolá». Barakat regularmente envió grandes sumas de dinero al grupo en Líbano e Irán, e incluso personalmente llevó fondos a Líbano al viajar con un pasaporte paraguayo a partir del años 2000.
Aunque nunca fue reconocido por las víctimas de su chantaje por el temor que generaba Barakat, sus hombres negociaron grandes sumas de dinero mensual chantajeando y amenazando descendientes de libaneses adinerados de Latinoamérica. Entre estas operaciones ilegales, agencias de seguridad y policiales de Brasil y México descubrieron en 2002 un complot para, supuestamente, secuestrar un familiar del multimillonario ingeniero mexicano Carlos Slim y solicitar 100 millones de dólares estadounidenses como rescate.
Además de su papel directo en la recaudación de fondos, Barakat se desempeñó como director financiero adjunto de una mezquita en Brasil, junto con otro agente financiero de Hezbolá, Ali Muhammad Kazan, y como el enlace principal y directo en la TF con Hassan Nasrallah, el secretario general de Hezbolá en Líbano.
Según informes del Tesoro estadounidense, también fue el ideólogo y agente de Hezbolá a cargo de la distribución de moneda estadounidense falsificada en la TF desde 2001. A partir de 2002, Barakat viajó al Líbano e Irán anualmente para reunirse con el liderazgo de Hezbolá por ese negocio.
Barakat también estuvo involucrado en la planificación de las operaciones militares de Hezbolá. Agencias de seguridad de Paraguay creen que fue el financista clave del bombardeo de Hezbolá en 1994 al centro comunitario judío de la AMIA, en Buenos Aires, que mató a 85 personas e hirió a más de 300.
Su actividad fue vital en transmitir información al liderazgo de Hezbolá sobre los árabes de la TF que viajaban a Estados Unidos o Israel, y operaba como anfitrión y asistente principal a reuniones con otros líderes y seguidores de Hezbolá en la región.
Lideró una reunión en Brasil en abril de 2000, descubierta por una investigación de las autoridades paraguayas en la que discutieron posibles complots de asesinato de empresarios y diplomáticos israelíes en la región. La policía paraguaya incautó videos de esa reunión de la computadora personal de Barakat.
En 2001, Paraguay acusó a Barakat de cargos de asociación ilícita, instigación al delito y evasión de impuestos, se emitió una orden internacional para su detención, en respuesta, Barakat huyó de la TF en octubre. Sin embargo, fue arrestado por las autoridades brasileñas en Foz do Iguaçu, Brasil, el 22 de junio de 2002 y extraditado a Paraguay en diciembre, donde cumplió condena en la cárcel por seis años y medio.
Al poco tiempo de quedar en libertad, Barakat continuó con sus actividades delictivas en materia de falsificación de moneda estadounidense por lo que fue designado como Terrorista Global de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 13224 por el Departamento del Tesoro de los EEUU el 10 de junio de 2004. Dos de sus negocios, Casa Apollo y Barakat Import-Export Ltda. También fueron designados en ese momento por su participación en el lavado de dinero para la generación de fondos y apoyo económico para la organización terrorista Hezbolá.
Barakat fue liberado de la custodia paraguaya en 2009, aunque según los informes recientes, Paraguay ha perdido su orden de captura internacional por actividades terroristas, narcotráfico, lavado de dinero, falsificación de documento público y obtención ilegal de pasaporte paraguayo.