Disturbios sin precedentes en Tel Aviv ponen de manifiesto la profunda división entre los inmigrantes eritreos residentes en Israel.
Historia de la migración eritrea a Israel
Desde 2005 hasta 2012, decenas de miles de africanos, predominantemente de Eritrea y Sudán, cruzaron hacia Israel desde Egipto, buscando refugio y oportunidades laborales. La mayoría se asentó en el sur de Tel Aviv.
Estos movimientos migratorios fueron motivados por conflictos y regímenes autoritarios en sus naciones de origen. Sin embargo, con el tiempo, y a medida que el número de inmigrantes aumentaba, Israel erigió una barrera fronteriza en 2012 para detener esta migración.
Hoy en día, los eritreos representan la mayoría de los aproximadamente 30,000 solicitantes de asilo africanos en Israel, huyendo de un país con uno de los peores historiales de derechos humanos a nivel global.
El conflicto interno entre eritreos en Israel
La reciente violencia surgió durante un evento oficial del gobierno eritreo en Tel Aviv, celebrando 30 años de mandato de Isaias Afwerki. La confrontación entre opositores y partidarios del régimen dejó más de 150 heridos, incluyendo 30 oficiales de policía.
La policía, aunque estaba al tanto de los posibles enfrentamientos, fue tomada por sorpresa por la intensidad de los mismos, llevando a la detención de varios participantes y al despliegue de medidas de control más severas.
Este conflicto interno refleja la división que los inmigrantes eritreos experimentan en Israel, así como la fractura entre aquellos que apoyan al régimen y aquellos que lo rechazan.
Respuesta oficial y actitud israelí hacia los solicitantes de asilo
A pesar de que la mayoría de los eritreos en Israel afirman huir de la persecución, las autoridades israelíes han mostrado reticencia para otorgar estatus de refugiado. En declaraciones previas, el primer ministro Benjamin Netanyahu refutó la noción de que todos sean refugiados.
El Tribunal Superior de Justicia ha intervenido en varias ocasiones para garantizar el tratamiento adecuado de los inmigrantes de acuerdo con las normas internacionales, generando tensiones entre las diferentes ramas del gobierno.
El enfoque adoptado por Israel hacia los solicitantes de asilo ha sido objeto de debate, con defensores argumentando que Israel, con su historia de refugiados judíos, debe acoger a aquellos en necesidad. Por otro lado, los críticos asocian a los inmigrantes con el aumento de la delincuencia en áreas específicas.
Medidas legales y situaciones migratorias pendientes
Israel ha enfrentado desafíos legales al tratar de abordar la situación de los inmigrantes. En 2018, un acuerdo propuesto con Naciones Unidas que permitiría el reasentamiento de la mitad de los solicitantes de asilo en otros países fue eventualmente cancelado.
De acuerdo con el derecho internacional, Israel no puede deportar a los inmigrantes a países donde enfrenten peligro. Por ende, se les ha otorgado un estado de “libertad condicional”, concediéndoles solo derechos civiles básicos.
La postura restrictiva de Israel hacia los inmigrantes eritreos forma parte de un intento de desincentivar una estancia prolongada en el país, buscando eventualmente su retorno o reubicación.