20 años de la desconexión. La derecha acertó en todas sus advertencias, salvo en una: no fue la corrupción lo que impulsó a Sharon a desarraigar los asentamientos de Gush Katif. La corrección reside en la sociedad civil.
Hace unos veinte años, se publicó una columna satírica titulada “El tiempo naranja”, que criticó con dureza el plan de desconexión. La autora de la columna, Bela Diar, predijo o prometió: “Les dijimos que les diríamos que les dijimos”. Ya en aquel momento, todos en la derecha sabían que el plan de desconexión constituía una locura sin precedentes (excepto los Acuerdos de Oslo, pero dejaremos eso de lado por ahora).