Desde todos los sectores del espectro político, tanto laicos como religiosos, soldados en servicio y mujeres de reservistas, nosotros, del movimiento de reservistas “Hombro con hombro”, nos mantenemos firmes contra el objetivo principal del gobierno: conceder una exención general y permanente a decenas de miles de haredíes para que no participen en la carga del servicio de defensa. No se trata solo de una cuestión de justicia, sino de una necesidad imperiosa.
A las Fuerzas de Defensa de Israel les faltan cerca de 12.000 soldados, y el único grupo capaz de suplir ese déficit es el sector haredí. Mientras falten combatientes para luchar y resguardar las fronteras, los reservistas seguirán acumulando cientos de días de servicio por año, y los soldados en servicio regular no tendrán oportunidad de regresar a casa. Así de claro.