Comité clerical iraní intensifica búsqueda de sucesor de Alí Jamenei tras ofensiva israelí y amenazas de asesinato al líder supremo.
Comité iraní busca sucesor ante amenazas a Jamenei
Un comité de tres clérigos, designado por el ayatolá Alí Jamenei hace dos años, ha incrementado las discusiones para identificar a su sucesor, según cinco fuentes iraníes con conocimiento directo de las conversaciones. La urgencia surge tras los recientes ataques de Israel contra Irán y amenazas explícitas de asesinar al líder supremo de 86 años. Las fuentes, que pidieron anonimato debido a la sensibilidad del tema, confirmaron que Jamenei recibe informes regulares sobre estas deliberaciones mientras permanece bajo protección de la unidad de élite Vali-ye Amr de la Guardia Revolucionaria, junto a su familia.
El lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecutaron ataques que el ministro de Defensa, Israel Katz, describió como “sin precedentes” contra objetivos en Teherán. Estos bombardeos, combinados con los ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes el pasado fin de semana, han elevado la presión sobre la élite gobernante iraní. Las fuentes indicaron que, en caso de que Jamenei sea asesinado, la cúpula clerical buscará nombrar rápidamente a un sucesor para proyectar estabilidad y continuidad en la República Islámica.
La selección del próximo líder supremo priorizará la lealtad a los principios revolucionarios establecidos por el fundador de la República Islámica, ayatolá Ruhollah Jomeini, según una fuente cercana a la oficina de Jamenei. Sin embargo, las discusiones también consideran un candidato que pueda proyectar una imagen más moderada para mitigar amenazas externas y tensiones internas. Dos nombres destacan en las deliberaciones: Mojtaba Jamenei, hijo del líder supremo, y Hassan Jomeini, nieto de Ruhollah Jomeini.
Mojtaba Jamenei, de 56 años, es visto como una opción de continuidad, alineado con las políticas de línea dura de su padre. Por otro lado, Hassan Jomeini, de 53 años, ha ganado relevancia este mes como un candidato potencialmente más conciliador, tanto a nivel internacional como doméstico. Su cercanía a la facción reformista, que aboga por relajar restricciones sociales, y su linaje revolucionario le otorgan respaldo entre clérigos y la Guardia Revolucionaria.
Datos clave sobre la sucesión en Irán
- El comité de sucesión, formado por tres clérigos, fue creado por Jamenei en 2023.
- Mojtaba Jamenei enfrenta sanciones de EE. UU. desde 2019 por su rol en la oficina de su padre.
- Hassan Jomeini fue vetado en 2016 para la Asamblea de Expertos por su postura reformista.
- La Asamblea de Expertos, con 88 clérigos, es el organismo oficial para elegir al líder supremo.
- Los ataques de Israel han eliminado a varios comandantes de la Guardia Revolucionaria, clave en el poder.
Ataques de Israel y EE. UU. complican transición
La escalada militar, liderada por Israel y respaldada por acciones de Estados Unidos, ha complicado el panorama político en Irán. Los bombardeos israelíes han eliminado a varios comandantes de alto rango de la Guardia Revolucionaria, una fuerza esencial para mantener el control interno y proyectar influencia regional. La muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá y aliado clave de Jamenei, en septiembre, marcó un punto de inflexión que aceleró la planificación sucesoria.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha jugado un rol ambivalente. Aunque vetó un plan inicial de Israel para asesinar a Jamenei al inicio de la guerra, recientemente amenazó al líder supremo en redes sociales, al afirmar: “Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’”. Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclaró el lunes que la administración no busca un cambio de régimen en Irán.
A pesar de estas declaraciones, Trump publicó posteriormente un mensaje ambiguo, en el que sugirió que un cambio de régimen podría ser viable si el actual liderazgo iraní no logra “hacer que Irán vuelva a ser grande”. Esta retórica ha incrementado la incertidumbre sobre la estabilidad del régimen y la viabilidad de una transición ordenada en caso de que Jamenei muera.
La planificación para la sucesión ya estaba en marcha debido a la avanzada edad de Jamenei y sus problemas de salud crónicos, según las fuentes. Sin embargo, los recientes eventos han forzado al comité a actuar con mayor celeridad. La Asamblea de Expertos, encargada oficialmente de elegir al líder supremo, opera bajo la influencia de un organismo de línea dura alineado con Jamenei, lo que asegura que cualquier candidato debe contar con el respaldo de la élite clerical y militar.
Candidatos reflejan divisiones internas
Hassan Jomeini ha emergido como un contendiente serio debido a su potencial para apaciguar las tensiones internas y externas. En un mensaje público el sábado, expresó su disposición a servir a Irán “en cualquier frente” necesario, horas antes de los ataques estadounidenses.
Por contraste, Mojtaba Jamenei representa la continuidad del enfoque intransigente de su padre. Aunque nunca ha ocupado un cargo formal, su influencia en la oficina de Jamenei es significativa. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo sancionó en 2019 por actuar como representante de su padre sin un rol oficial.
Otros candidatos, como el clérigo Alireza Arafi, miembro de la Asamblea de Expertos, han perdido relevancia frente a Mojtaba y Jomeini, según las fuentes. La posibilidad de que un clérigo menos conocido sea elegido como una figura controlada por la Guardia Revolucionaria también está sobre la mesa, aunque esto podría generar inestabilidad si el nuevo líder carece de la autoridad consolidada de Jamenei.
Históricamente, la sucesión en Irán ha sido un proceso complejo. Tras la muerte de Ruhollah Jomeini en 1989, Alí Jamenei fue elegido pese a ser un clérigo de rango medio, inicialmente subestimado por sus pares. Su consolidación del poder, apoyada por la Guardia Revolucionaria, le permitió dominar la política iraní durante más de tres décadas. Sin embargo, las fuentes advierten que el contexto actual, marcado por la guerra y las divisiones internas, podría dificultar que un nuevo líder replique esa autoridad.