Las informaciones aparecidas en los últimos días en las que se afirma que Hamás y Siria han restablecido sus relaciones tras una década de ruptura entre ambos representan una fuente de preocupación para Israel, según ha declarado un alto investigador en materia de terrorismo.
Según un informe de Reuters, “Hamás ha decidido restablecer los lazos con Siria 10 años después de que sus dirigentes rechazaran a Damasco por su oposición a la represión del dictador Bashar Assad de una revuelta contra su gobierno”, y citaba a dos miembros de Hamás.
“Un funcionario que pidió no ser nombrado dijo que las dos partes han celebrado varias ‘reuniones de alto nivel para lograr ese objetivo’“, afirmó el informe.
Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, tuvo que desalojar su sede de Damasco en 2012 después de que se pusiera del lado de los rebeldes suníes que luchaban por derrocar del poder al régimen minoritario alauita de Assad ese año. La Yihad Islámica Palestina -la segunda facción terrorista armada en Gaza- ha permanecido en Damasco.
La posición de Hamás en la guerra de Siria también perjudicó sus vínculos con Irán durante varios años, hasta que esas relaciones se restablecieron en 2017 y se reanudó la ayuda financiera y operativa iraní a Hamás.
Hezbolá estuvo involucrado desde el Líbano
Michael Barak, investigador principal del Instituto de Contraterrorismo en Herzliya, dijo a JNS que los informes de un nuevo avance en los vínculos entre Damasco y Hamás parecen creíbles.
“Hezbolá en el Líbano participó en esta reconciliación”, dijo. “Los esfuerzos condujeron a una luz verde de Hamás y el régimen sirio. ¿Por qué ha ocurrido ahora? Hizo falta tiempo para que Hezbolá mediara y para que las relaciones se descongelaran”.
“Esto es una fuente de preocupación para Israel porque sabemos que Hamás está aumentando su presencia en el norte de Líbano. Si Hamás abre un cuartel general en Siria, puede empezar a crear capacidades también en Siria”, advirtió Barak.
Con gran parte de Siria bajo control iraní, Hamás tiene una nueva oportunidad de recibir armas de las fuerzas respaldadas por Irán en la zona, como Hezbolá y las milicias chiíes proiraníes, evaluó: “Este es un escenario que puede desarrollarse en Siria”.
Al abordar los cambios que se han producido desde 2012, que han permitido la reconciliación, Barak dijo que “debemos recordar que las condiciones geoestratégicas han cambiado. En 2012, [el presidente egipcio de los Hermanos Musulmanes] Mohammad Morsi subió al poder y esto llevó a Hamás a cancelar las relaciones con Siria, que estaba masacrando a su población suní. Hamás también redujo los lazos con Irán a unas relaciones mínimas. Pero desde entonces, el régimen de Assad se ha fortalecido; Irán avanza en su programa nuclear; Morsi se ha ido; y Hamás ha quedado aislado en la región”.
Explicó que “Hamás llegó a la conclusión de que es correcto mejorar primero las relaciones con Irán mediante la participación de Hezbolá. Ahora, Hezbolá ha ayudado a asegurar una reconciliación entre Hamás y Siria; esto forma parte de un cálculo estratégico iraní para convertir a Siria en otra zona de actividad para las organizaciones terroristas palestinas”.
Mirando hacia el futuro, Barak planteó el escenario de que Hamás intente actuar como punta de lanza de las facciones terroristas palestinas en Siria con la bendición de Hezbolá e Irán.
El 23 de junio, el jefe del Buró Político de Hamás, Ismail Haniyeh, se reunió con el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en Beirut, en su primer encuentro en un año.
Ambos hablaron de su “eje de resistencia” contra Israel, según el medio de comunicación de Hezbolá, Al-Manar.
También en Beirut hubo una serie de reuniones con otras facciones palestinas y con Hezbolá en los últimos días, como el FPLP y la Yihad Islámica.
Barak señaló que “el objetivo es encontrar una forma de unir filas y discutir cómo fortalecer el “bloque” palestino en el eje de la resistencia”.
“Hamás está tratando de crear un mecanismo de mando y control con otras facciones palestinas en el Líbano para poder operar de manera más eficiente desde el Líbano, y ahora, la puerta de Siria también está abierta. Esto es un multiplicador de fuerzas”, declaró.
Según Barak, a Jordania no le haría mucha gracia encontrar células de Hamás operando cerca de su frontera.
Egipto, también preocupado por las aspiraciones hegemónicas iraníes en Oriente Medio, verá con malos ojos la creciente amalgama de Hamás con el eje iraní, añadió. “Hace que Hamás se vea peor a los ojos de Egipto”, dijo, “como si se estuviera acercando a la media luna iraní-chií”.