Recientemente participé en un debate televisado en el programa de mi amigo Piers Morgan, en el que hice referencia al número de muertes civiles causadas por las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, que asciende aproximadamente a tres millones.
Utilicé esta comparación para contextualizar las bajas civiles que están ocurriendo en las operaciones militares de Israel contra Hamás. Sin embargo, durante la transmisión, el propio Piers Morgan intervino en varias ocasiones y afirmó que solo habían muerto alrededor de 700.000 civiles en la Segunda Guerra Mundial.
Aunque probablemente no tuvo esa intención, su verificación de datos fue profundamente inexacta y falsa. Al interrumpirme públicamente para cuestionar y desmentir mis afirmaciones, socavó mi credibilidad como interlocutor informado y representante de mi pueblo al hablar sobre estadísticas fundamentales.
Soy el autor, gracias a Dios, de un libro ampliamente reconocido y aclamado sobre el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial titulado “Holocaust Holiday”. Pocas cosas me tomo tan en serio como el estudio de la Segunda Guerra Mundial en general y del Holocausto en particular, por razones obvias.
Para presentar un contexto histórico preciso y corregir el registro, cito a continuación fuentes confiables que indican que las pérdidas civiles causadas por las acciones militares aliadas fueron significativamente mayores, tal como señalé durante el programa.
También solicito que mi amigo Piers emita una disculpa pública por haber cuestionado esa cifra en una transmisión en vivo.
Los hechos:
Una de las campañas de bombardeo más intensivas por parte de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar sobre Alemania. Según el United States Strategic Bombing Survey de 1945, el número total de civiles alemanes muertos por bombardeos estratégicos alcanzó aproximadamente las 305.000 personas, con otras 780.000 heridas. Historiadores posteriores, como Richard Overy, consideran que esta cifra es conservadora. En su obra The Bombing War: Europe 1939-1945, Overy estima que entre 353.000 y 600.000 civiles alemanes murieron a causa de bombardeos aéreos aliados. En muchos casos, estas bombas no distinguían entre objetivos militares y civiles, arrasaron ciudades enteras y provocaron enormes cantidades de víctimas entre la población.
Uno de los episodios más conocidos —y quizá más infames— es el bombardeo de Dresde en febrero de 1945. Aunque los informes de posguerra indicaron inicialmente hasta medio millón de muertos, una revisión detallada realizada por la Comisión Histórica de Dresde concluyó que murieron entre 25.000 y 35.000 civiles. Incluso con esa corrección, el ataque a la ciudad de Dresde sigue siendo uno de los episodios más destructivos y atroces en cuanto al impacto sobre la población civil por parte de las fuerzas aliadas.
Pérdidas civiles en Japón
En el teatro del Pacífico, las fuerzas aliadas llevaron a cabo devastadoras campañas aéreas contra ciudades japonesas. El informe del United States Strategic Bombing Survey de 1947 estimó que murieron unos 333.000 civiles y resultaron heridos otros 473.000 a causa de los bombardeos, entre ellos el bombardeo incendiario de Tokio y los ataques atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
Solo el bombardeo de Tokio, ocurrido durante la noche del 9 al 10 de marzo de 1945, provocó entre 83.000 y 100.000 muertes civiles en una sola noche, lo que lo convierte en uno de los ataques aéreos más letales de la historia.
Si se suman las muertes civiles en Alemania (aproximadamente entre 300.000 y 600.000) y en Japón (alrededor de 300.000), el total asciende a una cifra que oscila entre 600.000 y 900.000. A esto deben añadirse las muertes civiles ocurridas en Italia, Francia y otros territorios ocupados por el Eje, causadas por bombardeos, artillería y ataques a rutas de suministro, muchos de los cuales carecen de cifras exactas. Las estimaciones conservadoras de estas bajas adicionales oscilan entre 100.000 y 200.000, lo que eleva el total a entre 700.000 y 1,1 millones. No obstante, algunos académicos —incluso en análisis pormenorizados— sugieren cifras aún mayores, que se acercan a los tres millones.
Cuando se consideran también las muertes civiles provocadas por bloqueos, ataques navales, combates de liberación, enfermedades y hambrunas, la cifra total atribuible a las acciones de los Aliados aumenta aún más. Las estimaciones compuestas más conservadoras sitúan ese total entre 1,5 y 3 millones de muertes civiles, tal como lo indiqué en la transmisión. No se trata de cifras infladas por narrativas históricas tergiversadas, sino de datos respaldados por evaluaciones contemporáneas.
La tergiversación de la historia, sea intencional o por descuido, acarrea consecuencias graves. Minimizar las bajas civiles históricas por decenas o centenas de miles empobrece nuestra comprensión de la ética en tiempos de guerra, la rendición de cuentas y el sufrimiento de personas inocentes. No se trata de una cuestión académica menor, sino de una responsabilidad moral ineludible. Al abordar conflictos actuales como las operaciones israelíes en Gaza, resulta fundamental que las comparaciones se basen en hechos históricos rigurosamente documentados. Mi mención original de los tres millones de civiles muertos a manos de los Aliados no fue una exageración, sino una afirmación sustentada en datos históricos integrales que abarcan todos los frentes y las diversas consecuencias colaterales.
La historia de la Segunda Guerra Mundial, en especial sus capítulos más oscuros relacionados con las víctimas civiles, debe tratarse con precisión y humildad. Si bien esas muertes no son equiparables a las atrocidades nazis ni a los horrores del Holocausto.
Israel enfrenta esas decisiones morales todos los días mientras intenta erradicar a Hamás de Gaza. La organización terrorista se ha entrelazado de manera deliberada con la población civil palestina, con el propósito de generar la mayor cantidad posible de víctimas civiles palestinas en cualquier operación militar llevada a cabo por el Estado judío para liberar a la población de Gaza y detener los ataques genocidas de Hamás contra israelíes.
Mi referencia a los tres millones de víctimas civiles no fue una hipérbole. Se fundamenta en múltiples investigaciones oficiales, estudios archivísticos y trabajos históricos independientes.
Israel, por supuesto, no ha causado ni una fracción proporcional de esas cifras en su guerra de casi dos años contra Hamás en Gaza. De hecho, la proporción de muertos entre combatientes y civiles en Gaza es de aproximadamente 1 a 1,5, la más baja jamás registrada en enfrentamientos urbanos.
Para que el discurso público mantenga un estándar de rigor e integridad, las correcciones deben ser públicas y la rendición de cuentas, transparente. Permanezco abierto a cualquier revisión de los datos citados y doy la bienvenida a un diálogo continuo sobre la responsabilidad que recae sobre periodistas y comentaristas al representar fielmente nuestro pasado colectivo y sus implicancias en la conducta ética de las naciones actuales.
Mientras tanto, no cabe duda de que mi amigo Piers Morgan me debe una disculpa pública. Para preservar su propia credibilidad, debe corregir el error. Según todos los historiadores de mayor renombre, los Aliados causaron entre 1,5 y 3 millones de muertes civiles alemanas, tal como señalé. La cifra de 700.000 muertes civiles alemanas provocadas por Churchill y Roosevelt que Piers citó fue una invención absoluta, y debe rectificarla. Sé que él desea ser siempre una persona honesta y precisa, y confío en que así lo hará.
Referencias
Dawsey, J. (2020, 13 de febrero). Apocalypse in Dresden, February 1945. The National WWII Museum.
Encyclopædia Britannica. (s.f.). Bombing of Tokyo. En Encyclopædia Britannica Online. Recuperado el 17 de julio de 2025, de
Overy, R. (2014). The Bombing War: Europe 1939-1945. Allen Lane.
United States Strategic Bombing Survey. (1945). Summary Report (European War). Washington, D.C.: Government Printing Office.
United States Strategic Bombing Survey. (1947). The Effects of Bombing on Health and Medical Services in Japan. Washington, D.C.: Government Printing Office.
Fair Observer. (s.f.). The Truth About Allied Air Operations in World War II. Recuperado el 17 de julio.