Un misil cayó el martes en Polonia y mató a dos personas. Se trata de una escalada en los combates que se producen desde que Rusia invadió Ucrania a principios de este año.
Desde el comienzo del conflicto, Rusia ha insinuado a menudo que podría utilizar armas nucleares, y los comentaristas han expresado su preocupación por una “tercera guerra mundial” si la escalada se va de las manos. Este es un duro recordatorio de cómo pueden producirse las escaladas.
El misil que cayó en Polonia parece ser un misil de defensa aérea ucraniano que cayó accidentalmente después de que Ucrania tratara de impedir que los misiles de crucero rusos llovieran sobre Ucrania esta semana.
Rusia ha estado apuntando a la infraestructura civil en Ucrania, y el martes, Moscú lanzó un ataque masivo en todo el país. Ucrania cuenta con diversos sistemas de defensa aérea. Sin embargo, como sabemos en Israel, los sistemas de defensa aérea y los combates en los países vecinos pueden a menudo desbordarse involuntariamente. Los S-200 sirios, por ejemplo, han aterrizado en Chipre y en Israel en el pasado.
El incidente del martes en Polonia nos recuerda que siempre es importante intentar reducir las tensiones y trabajar por la paz. Rusia y Ucrania deberían ser capaces de llegar a un acuerdo, ojalá, que permita a los ucranianos regresar a sus hogares y tierras y tener la seguridad que necesitan en el futuro. La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha cuidado de no intensificar la retórica tras la caída del misil en Polonia. Biden se encontraba en el G20 en Indonesia cuando ocurrió el incidente.
“No quiero decir que [fue disparado desde Rusia] hasta que lo investiguemos completamente”, dijo Biden. “Es poco probable… en las líneas de la trayectoria que haya sido disparado desde Rusia. Pero ya veremos”.
Los países de la OTAN y del G7 dijeron el miércoles que permanecerían en estrecho contacto para decidir cualquier posible reacción al cohete.
La declaración conjunta se produjo tras una reunión de emergencia que celebraron al margen de una cumbre del G20 en Indonesia, para discutir las explosiones en Polonia, país miembro de la OTAN.
Los países fronterizos con Rusia han expresado su apoyo a Polonia. Muchos países están indignados por la continua invasión de Ucrania y saben que puede ser sólo cuestión de tiempo que las amenazas contra Ucrania afecten a más zonas de Europa. Por todas estas razones, es importante que Estados Unidos y otros países utilicen foros como el G20 para tratar de impulsar la paz.
Prevenir otras guerras
Biden se reunió con el líder de China esta semana y ambos parecieron trabajar juntos para reducir las posibilidades de conflicto sobre Taiwán y hacer declaraciones contra cualquier tipo de escalada. El jefe de la CIA, William Burns, también se reunió con su homólogo ruso esta semana en Turquía, en otro intento de persuadir a Rusia de que no utilice armas nucleares.
Todas estas reuniones son importantes. En Israel conocemos muy bien la tragedia de la guerra y la necesidad de reducir el conflicto, reducir las tensiones y trabajar para alcanzar un compromiso. Esto no significa que haya nunca un final rápido de las guerras, como las actuales tensiones en Siria entre Israel e Irán.
Sin embargo, como vimos con el acuerdo marítimo del Líbano, las cabezas frías pueden prevalecer. Es esencial que se adopte este enfoque para ayudar a reducir la violencia y la tensión en Ucrania y proteger a los civiles que se ven perjudicados a diario por los combates.
Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente ucraniano, declaró esta semana que “la guerra fue iniciada y está siendo librada por Rusia. Rusia está atacando masivamente a Ucrania con misiles de crucero. Rusia ha convertido la parte oriental del continente europeo en un campo de batalla imprevisible”.
Entendemos el dolor de Ucrania, y la caída de misiles en Polonia es un ejemplo de cómo las cosas pueden irse de las manos. Los debates en el G20 y los intentos de Biden de reducir las tensiones con China y Rusia son signos positivos.
Ahora lo importante es aprovechar esta moderación positiva y trabajar por la paz en Ucrania, así como por una paz más amplia que pueda ayudar a Oriente Medio a trabajar por la prosperidad en lugar del conflicto.
El incidente en el Golfo de Omán en el que, según se informa, un buque cisterna fue blanco de un avión no tripulado, por ejemplo, es otro ejemplo en el que debemos centrar nuestros esfuerzos para reducir este tipo de incidentes y amenazas anárquicas que perjudican la seguridad regional y mundial.