Jaya Zissel Braun fue asesinada en su primer viaje de vuelta desde el Kotel (mal llamado Muro de los Lamentos), donde la población judía de Israel autóctona sigue rezando a la sombra del santuario establecido allí por los colonizadores musulmanes, desde allí los colonos musulmanes racistas lanzan piedras sobre los fieles judíos.
La niña de tres meses de edad murió cuando un terrorista musulmán embistió un coche a toda velocidad contra una multitud ella salió lanzada por los aires y cayó de cabeza sobre el pavimento.
Su muerte no tuvo lugar de manera aislada. No fue causada por una pequeña minoría de extremistas. Su sangre fue derramada en la calle por la islamización de Jerusalén.
La islamización de Jerusalén es una causa internacional. No solo salió de la ciudad de Gaza o incluso Ramallah. Tampoco Doha o Estambul. Los políticos y diplomáticos de todos los países importantes exigen la islamización de Jerusalén. Cuando hablan de un Estado palestino con capital en Jerusalén, lo que realmente están pidiendo es la restauración de la limpieza étnica musulmana de Jerusalén en 1948.
Exigen con palabras y boicots, pero los colonos musulmanes en cuyo nombre lloran por el «Apartheid de israel», están escribiendo sus demandas con la sangre de israelíes asesinados.
La niña fue asesinada por la islamización de la ciudad. Ella murió donde los soldados israelíes habían muerto para reunificar Jerusalén después de que la Legión Árabe había limpiado étnicamente la población judía de Jerusalén y donde judíos habían muerto a manos de francotiradores jordanos que buscaban como objetivo que la ciudad fuera erradicada de judíos. Las víctimas de esos años de ocupación musulmana incluida Yaffa Binyamin, una niña de 14 años de edad, sentada en el balcón de su propia casa.
Al igual que Jaya, nací en Jerusalén. Al igual que Yaffa, vivía en un edificio que era el blanco de los francotiradores musulmanes. Pero la Guerra de los Seis Días había puesto fin al reinado de francotiradores musulmanes en la ciudad. Porque vivir allí podría significar la muerte instantánea para cualquier persona que mirara fuera de una ventana en el momento equivocado. La liberación y la reunificación de Jerusalén la habían convertido en un lugar donde los niños judíos podrían sentarse en los balcones de forma segura.
Durante la ocupación musulmana, mientras que francotiradores jordanos asesinaban a sangre fría, los residentes judíos que vivían bajo el fuego no podían poner una letrina sin que esto sea reportado a la ONU como “construcción ilegal”. Incluso, se dio el caso de una organización observadora de las Naciones Unidas que celebró cuatro reuniones para discutir acerca de una letrina para los residentes judíos locales en lugar de condenar a los árabes por los asesinatos.
Tampoco se condenó a Jordania cuando uno de sus soldados abrió fuego contra un tranvía, hiriendo a una adolescente judía.
La indignación musulmana sobre las construcciones judías importaba más que el asesinato musulmán de niños judíos. Todavía lo hacen. Hoy dicen que el asesinato de la niña fue un accidente de tráfico mientras acusan a los Judíos que viven en Jerusalén de hacer imposible la paz.
El 28 de Octubre, Hillary Clinton pasó 45 minutos chillando a Netanyahu por teléfono después de que un comité de planificación permitió nuevas viviendas en Jerusalén, y le dijo a los medios de comunicación que para ella la propuesta de que los Judíos vivan en una parte de Jerusalén es “cuando menos un insulto para los musulmanes a quienes les corresponde vivir en Jerusalén”.
Mientras tanto, cuando Jaya fue asesinada, el Departamento de Estado [Administración Obama] instó a “ambas partes a mantener la calma y evitar la escalada de las tensiones a raíz de este incidente”. ¡Como si nada importante hubiera ocurrido!. “Sólo” una bebé israelí-estadounidense fue asesinada en la persecución de su objetivo común de islamizar Jerusalén.
El Secretario de Estado John Kerry [Administración Obama] no llamó al presidente Abbas, el presidente no electo de la Autoridad Palestina de la OLP, para reprenderlo por el hecho de que uno de sus asesores dijo que el asesino de esa niña fue un “mártir heroico”. Hillary Clinton no salió de su retiro para gritar contra él por teléfono cuando su partido sugirió que el asesino iba a recibir a sus 72 vírgenes en el paraíso.
Nadie objeta cuando los colonos musulmanes construyen casas en Jerusalén o en cualquier otro lugar. Pero las objeciones emergen cuando la población judía indígena construye tanto una casa como una letrina.
Lo que estamos hablando aquí no es acerca de la búsqueda de paz, sino de una limpieza étnica. En 1948, los Judíos fueron étnicamente limpiados de Jerusalén para islamizar la ciudad. Sus sinagogas fueron voladas por los ocupantes musulmanes. Sus tumbas fueron utilizadas para alinear los caminos recorridos por los colonos musulmanes racistas.
“Por primera vez en 1.000 años ni un solo Judio permanente había en el barrio judío”. Abdullah el-Talal, un comandante de los invasores musulmanes, se había jactado . “Ni un solo edificio permanece intacto. Esto hace que el regreso de los Judíos aquí sea imposible”.
En sus memorias escribió: “Yo sabía que el barrio judío estaba dénsamente poblado de Judíos al punto que sus combatientes nos causaron interferencias y dificultades …. Sólo cuatro días después de nuestra entrada en Jerusalén, convertimos el barrio judío en su cementerio. La muerte y la destrucción reinaron sobre ella”.
La revista Life publicó fotos de la atrocidad escribiendo que, “La censura de los musulmanes, no solo en Palestina, sino en los países árabes vecinos que tienen los principales medios de comunicación, intentaron durante quince días evitar que la noticia salga”.
Asesinados judíos durante la masacre y limpieza étnica llevada a cabo por los árabes sobre los judíos en Jerusalén en 1920.
El fotógrafo de Life que tomó las fotos, fue condenado a muerte por el Alto Comité Árabe.
Esta limpieza étnica es lo que han estado defendiendo Hillary Clinton y John Kerry. La islamización de Jerusalén es la idea central de todos los planes de paz presentadas por la administración Obama.
Toda la falsa narrativa “Palestina” en el que la mayoría musulmana sunita árabe regional que está ocupado y masacrando cristianos, kurdos, chiítas actúa como si fuera la víctima, ya que sus planes racistas de limpieza étnica fueron frustrados cuando sus víctimas judías se defendieron y ganaron.
Los ocupantes musulmanes han añadido sal a la herida, haciéndose pasar por la población indígena para la ayuda en sus intentos de desplazar a la población judía oriunda a través del terror y la mentira.
Abdullah el-Talal dijo: “Yo he visto en esta derrota de los Judíos el golpe más duro asestados sobre ellos, sobre todo en términos de la moral, desde que fueron desalojados del Muro Occidental y del barrio judío, por primera vez en quince generaciones”.
Todo político que denuncia a los Judíos para la construcción de casas en Jerusalén, pero no hace nada cuando los musulmanes hacen lo mismo, están apoyando la visión genocida de Abdullah y todo el terrorismo que va con ello.
El asesinato de las niñas como Jaya Zissel Braun no ocurre en un vacío. Los Islamizadores de Jerusalén ganan confianza cuando ven que la comunidad internacional respalda sus demandas. En 1920, legiones de colonos musulmanes racistas en Jerusalén cantaron “la religión de Mahoma nació con la espada”, “Muerte a los Judíos” y “el gobierno está con nosotros”, mientras policías musulmanes bajo el dominio colonial británico se habían unido con ellos en la violación y el asesinato de la población judía indígena.
Muchos gobiernos siguen en pie junto con los que blanden la espada de Mahoma y no lloran la muerte de los Judíos. Ellos les alientan, defienden su agenda y emiten reprimendas débiles cuando la sangre se derrama en nombre de la islamización de Jerusalén.
Esos políticos que respaldan la islamización de Jerusalén no pueden eludir su responsabilidad en los crímenes de los Islamizadores.