Se ha hablado, se ha rumoreado y ahora se confirma: 7-Eleven llega a Israel.
El próximo mes de enero, la popular cadena estadounidense de tiendas de conveniencia aterrizará en el Dizengoff Center, el laberíntico centro comercial del corazón de Tel Aviv más frecuentado por adolescentes “emo” y “alt”.
En los próximos tres años se abrirán decenas de sucursales de la tienda en todo el país, según un acuerdo firmado entre 7-Eleven y Electra Consumer Products de Israel. El objetivo final es abrir cientos de tiendas en todo el país.
Los productos ofrecidos en los 7-Eleven varían en todo el mundo, pero la principal esperanza, por supuesto, es que los Slurpees hagan acto de presencia.
Lo que esto significa para los israelíes es que los viajes por carretera al lago Kinneret (el mar de Galilea) o a Eilat empezarán a parecerse mucho a los viajes por carretera en Estados Unidos a las cataratas del Niágara o al puente Golden Gate. La gran pregunta, naturalmente, es si el Día del Slurpee Gratis se celebrará el 11 de julio o el 7 de noviembre.

¿Qué otras grandes empresas internacionales se expandirán a Israel?
Bromas aparte, es muy emocionante ver cómo algunas grandes empresas y cadenas ponen sus ojos en Israel y reconocen el país como una ubicación práctica en la que podrían expandirse y prosperar. 7-Eleven no es ni mucho menos la primera, ni tampoco la última.
La muy querida cadena de restaurantes Kentucky Fried Chicken (KFC) abrió en Israel hace unos años. Antes de eso, la cadena había fracasado en varios intentos de establecerse en Israel -supuestamente porque su receta kosher no estaba a la altura-, pero el último intento (no kosher) parece estar funcionando, con muchos clientes que se agolpan en Nazaret, así como en las otras dos sucursales del norte y de Beersheba.
Según los informes, se están preparando varias sucursales más, por lo que es posible que KFC pronto llegue también a Tel Aviv y a otras ciudades centrales del país.
Un proceso similar ocurrió con Hardee’s, una popular cadena estadounidense de restaurantes de comida rápida, que acabó aterrizando en Belén.
Ahora, los olim europeos pueden alegrarse de saber que Carrefour llega a Israel a lo grande. Yeinot Bitan, la cadena familiar israelí de supermercados, ha invertido 40 millones de NIS para convertir 25 supermercados en tiendas Carrefour antes de finales de año. Para ser justos, ya estamos a finales de año, y esto aún está por ver, pero el proyecto, no obstante, sigue en marcha y no hace más que expandirse, con 40 a 50 sucursales que se espera abran o se conviertan en Carrefour en Israel en un futuro próximo.
Más allá del simple objetivo de entusiasmar a los olim y traer a Israel algunas de sus queridas tiendas y marcas reconocidas, creando así una buena oportunidad para un poco de nostalgia, no podemos ignorar los importantes beneficios que obtendrá Israel con la entrada en el país de estas grandes marcas.
Israel necesita una competencia sana en el mercado
El mercado israelí siempre necesita una competencia sana. La entrada de otras marcas contribuye precisamente a eso: ayuda a que diferentes proveedores se introduzcan en el mercado israelí y, por tanto, allana el camino para la competencia de precios, ya que muchos de los productos que lleguen tendrán supuestamente precios más baratos, algo que los israelíes celebrarán sin duda, dados los recientes aumentos de precios en todo el país y en todos los sectores.
En este sentido, el Primer Ministro designado, Benjamín Netanyahu, presentó un plan económico durante su campaña electoral, durante la cual prometió frenar el aumento de los precios bajando los precios de los cuatro “instigadores del crecimiento”, en referencia a la electricidad, el gas, el agua y los impuestos municipales. Prometió congelarlos durante un año, a pesar de que Israel se enfrenta ahora a una fuerte subida de los precios de la electricidad ya en las próximas semanas.
Queda por ver si se tomarán medidas de este tipo para sacar a Israel del previsible bache que ya sienten los ciudadanos.
Dejando esto a un lado, sin embargo, también hay algo que decir a favor de permitir a las marcas competir cara a cara y construirse a sí mismas mediante esfuerzos de marketing adecuados. Las empresas pueden competir no sólo en el precio de los productos, sino también en su presentación, en sus condiciones laborales, etc., lo que significa que Israel puede ver alguna mejora en una amplia variedad de industrias.
En definitiva, se trata de un paso emocionante tanto para los amantes del Slurpee como para los entusiastas de las galletas marca Carrefour. Israel es una economía apasionante que sigue atrayendo a marcas internacionales para que abran sus negocios aquí y compitan por el cliente local.
Deseamos mucha suerte a 7-Eleven y esperamos con impaciencia nuestro primer Big Gulp israelí.