El reciente anuncio sobre un corredor comercial que conecta a la India, Arabia Saudí y la UE, es motivo de orgullo para Israel. Sin embargo, el país es más un testigo que un actor principal en la contienda entre Estados Unidos y China.
El papel de Israel en el corredor comercial
El líder israelí, Benjamin Netanyahu, celebró la formación del corredor, describiéndolo como “una colaboración sin precedentes en nuestra historia”. Netanyahu sugiere que Israel jugará un papel fundamental en esta alianza, sirviendo como un punto de conexión vital entre las naciones involucradas.
Tzachi Hanegbi, asesor de Netanyahu, ve el proyecto como una clara señal de la creciente relación entre Arabia Saudí e Israel.
Para Yoel Guzansky del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, el proyecto tiene relevancia, pero no necesariamente por las razones que algunos en Israel podrían creer.
Las raíces del proyecto: EE. UU. versus China
La iniciativa parece ser una respuesta directa a la creciente competencia entre China y Estados Unidos. Efraim Inbar del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, opina que es un esfuerzo del presidente Biden para alinear a India con la perspectiva estadounidense.
Según Guzansky, este proyecto simboliza el deseo de Washington de reafirmar su influencia en la región, especialmente tras las aparentes concesiones a China en el pasado reciente.
La reciente restauración de relaciones diplomáticas entre Riad y Teherán, con el respaldo de China, evidencia la creciente influencia de Pekín en la diplomacia regional.
El punto de vista indio
Para India, el proyecto no solo es una estrategia contra la influencia de China, sino también una solución a sus propias preocupaciones comerciales y geoeconómicas. La Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China ha puesto presión sobre la India, motivando a Nueva Delhi a buscar alternativas para fortalecer su posición en el comercio global.
El previamente propuesto Corredor Internacional de Tránsito Norte-Sur no ha logrado sus objetivos. Sin embargo, los Acuerdos de Abraham firmados en 2020 brindaron a India una ventana de oportunidad para contrarrestar la influencia china.
Con una propuesta de red ferroviaria entre Israel y EAU, India podría potencialmente reconfigurar su ruta comercial, llegando finalmente al puerto griego del Pireo y, por ende, al continente europeo.
Oshrit Birvadker y el panorama económico israelí
Oshrit Birvadker, del Jerusalem Institute for Strategy and Security, sostiene que la visión económica es un reflejo del deseo de India, bajo el mandato de Narendra Modi, de posicionarse a la altura de China en la industria manufacturera.
El corredor occidental permitirá una entrega de mercancías a Europa más eficiente, beneficiándose del complejo portuario de Mundra, considerado uno de los más sofisticados globalmente.
Michael Tanchum, de la Universidad de Navarra, recalca que esta nueva conectividad estratégica podría redefinir la participación de India en el sistema económico euroasiático.
Una conexión ferroviaria con desafíos históricos
En 2021, se aprobó un proyecto ferroviario desde Haifa hasta la frontera jordana, aunque aún espera progresos significativos. Un total de 300 kilómetros en Jordania y Arabia Saudí siguen pendientes de desarrollo.
Esta propuesta de conexión, cuyos inicios datan de la época otomana, ha sido objeto de discusión por años. Pese a ciertos avances diplomáticos, Jordania mantiene cautela en sus proyectos conjuntos con Israel, mientras que Arabia Saudí aún no lo reconoce oficialmente.
La infraestructura ferroviaria de Jordania muestra deficiencias heredadas de la era otomana, con incompatibilidades en comparación con Arabia Saudí e Israel.
Desafíos geopolíticos y de infraestructura
Los proyectos ferroviarios entre las naciones del Golfo presentan desafíos multifacéticos. Guzansky destaca la diversidad de obstáculos, desde políticos hasta tribales, que complican su realización.
Inbar señala a la burocracia india como el principal desafío para la ejecución del proyecto, mientras que Guzansky se muestra escéptico sobre el financiamiento y posible cooperación de China, dada su relación con EE. UU.
A pesar de la incertidumbre, la visión es que, de concretarse, Israel se beneficiaría enormemente en términos comerciales con la Península Arábiga.
Arabia Saudí y la relación con Israel
Aunque Jerusalén espera que el proyecto sea un indicador de una posible normalización con Arabia Saudí, el reino ha dejado claro que no busca reconocimiento. El espacio aéreo saudí, por ejemplo, fue abierto a Israel con condiciones específicas.
La conectividad entre Israel y el Golfo puede potenciar el comercio, pero Guzansky recalca que, a pesar de las aspiraciones israelíes, no son el foco principal en este escenario geopolítico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel optó por no comentar sobre la propuesta regional.