Las actividades de Hezbolá en la frontera entre Líbano e Israel persisten, acumulando en el Líbano una preocupante cantidad de armamento. ¿Debe Israel considerar un ataque preventivo?
Definiendo un ataque preventivo
La situación fronteriza con Hezbolá está creciendo en intensidad, planteando la cuestión de un posible ataque preventivo. Teniente coronel (retirada) Orna Mizrahi, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, clarifica que un ataque preventivo solo se justifica si se percibe una amenaza inminente, un umbral que no se ha cruzado todavía.
Israel ha utilizado esta estrategia únicamente para neutralizar amenazas nucleares, como en Irak en 1981 y en Siria en 2007, pero nunca frente a amenazas convencionales. Esto plantea un dilema para los líderes israelíes.
«¿Es correcto tomar la iniciativa, incluso si puede conducir a la guerra, si permite golpear a una fuerza enemiga significativa? Esa es la pregunta», señaló Mizrahi.
Estrategia y contención: Israel y Hezbolá
Según el coronel (res.) Shaul Shay, ex jefe adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, la estrategia de Israel ha sido evitar el conflicto con Hezbolá tanto como sea posible desde la Segunda Guerra del Líbano de 2006.
Shay también sostiene que el problema es regional, con Irán en el centro de las actividades de Hezbolá. Las tensiones podrían intensificarse si Hamás y la Yihad Islámica Palestina en Gaza se ven involucrados, transformando un conflicto local en uno regional.
La campaña actual de Israel en Siria, aunque podría parecer un ataque preventivo, se califica más como una serie de acciones a pequeña escala, señala Mizrahi.
El papel de Nasralá
Las provocaciones fronterizas de Hezbolá, ordenadas por su secretario general, Hassan Nasrallah, no buscan un conflicto total, sino que apuntan a fortalecer su imagen como «defensor del Líbano» y justificar la posesión de una fuerza armada en medio de críticas internas.
Además, la construcción de la barrera de seguridad en la frontera norte de Israel, que Hezbolá alega que viola la Línea Azul de la ONU, está presionando a Hezbolá, añade Mizrahi.
Según Mizrahi, la crisis política interna de Israel también está influyendo en la percepción de Nasralá, quien puede creer que Israel no está dispuesto a lanzar una gran campaña militar contra él.
Presiones iraníes y realidades libanesas
Shay sostiene que tanto las instrucciones iraníes como las necesidades internas libanesas están impulsando a Hezbolá a aumentar su agresividad. Los intentos iraníes directos de atacar objetivos israelíes en el extranjero no han tenido mucho éxito, lo que aumenta la presión sobre Hezbolá.
«Nasralá considera que estas son acciones de bajo riesgo. Cree que Israel no responderá de manera significativa debido a su crisis interna», dijo Shay.
Las decisiones en Beirut de tomar este tipo de acciones son las que llevaron a la guerra de 2006, lo que podría implicar riesgos futuros para ambas partes.