El vaivén de la última semana en torno a un posible acuerdo entre Hamás e Israel ha resultado desconcertante. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el domingo ante la prensa que espera un acuerdo en el plazo de una semana. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante su visita a Washington D. C., se reunió con numerosas familias de los rehenes. Una vez más, el mundo contiene la respiración.
Según se ha informado, el acuerdo en negociación consta de dos fases. La primera contemplaría la devolución de diez rehenes con vida y dieciocho cuerpos. La segunda, sujeta a una nueva ronda de negociaciones, incluiría a los diez rehenes restantes y a otros siete cadáveres.
Por supuesto, Hamás elegirá qué diez personas entregará y a cuáles continuará torturando. También establecerá cuántos terroristas más deberá liberar Israel de sus prisiones como “precio” por devolver a los rehenes inocentes. Su crueldad no conoce límites.