La vida del Tte. Gral. Herzi Halevi estaba en constante cambio, al igual que los caminos sinuosos de la guerra que había jurado proteger. Desde su nombramiento como Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Halevi se había propuesto determinar cuáles eran las mayores amenazas para la seguridad de Israel y desarrollar una estrategia para contrarrestarlas. Había planeado dedicar más tiempo a comunicar los valores y la estrategia a las diversas unidades de las FDI y a sus líderes, pero su destino tenía otros planes para él.
Halevi asume el mando en tiempos de crisis
A los dos meses de tomar el relevo del Tte. Gral. Aviv Kochavi, Halevi se encontró en el papel de comandante militar que gestionaba una crisis interna nacional. Un programa de reforma judicial y una crisis nacional habían provocado un conflicto interno que amenazaba con arrastrar a los militares. La negativa de los reservistas a servir si la reforma judicial tenía éxito era una señal de alarma, y las interrupciones del servicio por parte de reclutas que no estaban de acuerdo con la reforma judicial también eran motivo de preocupación.
Mientras los opositores y partidarios del programa de reforma judicial se centraban en su conflicto interno, las principales preocupaciones que Halevi pretendía abordar quedaron relegadas a un segundo plano. Pero como líder de las FDI, sabía que no podía ignorar la situación. A pesar de las dificultades que enfrentaba, sabía que debía encontrar una solución para evitar que la crisis se intensificara y se convirtiera en una amenaza para la seguridad del Estado de Israel.
Halevi estaba especialmente preocupado por el peligro que suponía Irán y estaba haciendo planes para contrarrestar las amenazas al modelo de “ejército popular”. Sabía que debía aumentar el número de reclutas de la periferia de Israel en unidades tecnológicas y retener a los oficiales de carrera, comandantes, personal operativo y técnico y suboficiales.
A pesar de las dificultades, Halevi no perdió de vista su principal responsabilidad: prever la escalada de los riesgos para la seguridad de Israel y desarrollar un plan para contrarrestarlos. A medida que se encontraba en medio de una tormenta social y política relacionada con las cartas enviadas a los mandos de las FDI por reservistas de unidades importantes en las que anunciaban que no se presentarían al servicio, sabía que debía mantener su enfoque en el objetivo final: proteger a Israel y mantener la seguridad en un mundo cada vez más inestable.
La crisis política se arrastra a las FDI
En una guerra, las cartas son la única forma de mantenerse en contacto con tus seres queridos. Pero, en esta ocasión, son las cartas las que han encendido la hoguera de una crisis interna en las FDI. Escritas por reservistas de unidades con una rica historia militar y un papel crucial en la consecución de los objetivos de las FDI, estas cartas han generado respuestas de políticos que nunca han servido en el ejército o lo han hecho por poco tiempo.
El Tte. Gral. Herzi Halevi sabe que es importante mantener el fuego del conflicto político bajo control y evitar que se exacerbe aún más. Sin embargo, en las últimas semanas, se ha producido un cambio importante en el tema de debate. El desacuerdo original sobre los ideales democráticos se ha ampliado a una cuestión social y política mucho más amplia que implica a muchos grupos diferentes.
Halevi se ha dado cuenta de la magnitud del impacto que tendría su compromiso personal y ha roto finalmente su silencio. Se ha unido a las fuerzas del ministro de Defensa, Yoav Gallant, y ha empezado a hacer declaraciones públicas tras recibir cartas de pilotos retirados de la IAF y reservistas con distinguidos historiales de combate en inteligencia, tecnología, guerra terrestre, fuerzas de élite y defensa aérea.
Las amenazas externas se vuelven secundarias
En su alocución a los manifestantes de la reserva, Halevi detalló su estrategia para hacer frente a la situación actual, así como a los problemas que puedan surgir en el futuro y sus implicaciones para las FDI. Para Halevi, los procesos que está presenciando no comenzaron con la actual agitación política. Hace mucho tiempo que existen luchas internas en las FDI.
Los exalumnos de los seminarios religiosos constituyen una parte considerable de la fuerza terrestre de voluntarios, y muchos de ellos tienen opiniones de extrema derecha. Ya en 2005, cuando Israel retiró sus fuerzas de la Franja de Gaza, las tropas con vínculos personales con los refugiados empezaron a discutir si se negarían o no a servir en circunstancias similares.
Como líder de las FDI, Halevi tiene una gran responsabilidad. Debe ser severo con aquellos que abogan por negarse a presentarse al servicio de inmediato, pero también mostrar compasión con aquellos que están preocupados por el futuro. Debe hacer todo lo necesario para solucionar esta crisis y sacar a las FDI de cualquier conversación política lo antes posible.
El Gral. Herzi Halevi, se encuentra en un aprieto. Cuando asumió el cargo, esperaba enfocarse en determinar las amenazas a la seguridad del país y desarrollar una estrategia para combatirlas. Sin embargo, se vio envuelto en una crisis nacional provocada por un programa de reforma judicial y una crisis política.
El peligro de Irán y la estrategia de defensa
Halevi se preocupa especialmente por el peligro que supone Irán y está haciendo planes para aumentar el número de reclutas de la periferia de Israel en unidades tecnológicas y retener a los oficiales de carrera y comandantes. Pero la negativa de los reservistas a servir si la reforma judicial tiene éxito es una señal de alarma.
A pesar de sus preocupaciones, Halevi y otros líderes de defensa deben expresar sus ideas con fuerza y valentía, y eso significa tener discusiones discretas con el primer ministro Benjamin Netanyahu y su gabinete. Pero los problemas no terminan ahí.
El nuevo ministro subalterno del Ministerio de Defensa, Bezalel Smotrich, tiene un poder enorme y desconcertante para inmiscuirse en las políticas civiles de la Administración Civil de las Fuerzas de Defensa israelíes en Cisjordania. Además, Itamar Ben-Gvir, el nuevo ministro de Seguridad Nacional, tiene control teórico sobre la Policía de Fronteras en Judea y Samaria.
La capacidad de las FDI para funcionar como una fuerza unida y coordinada se vería perjudicada si se permitiera a estos ministros utilizar sus nuevos poderes. Mientras tanto, Irán ha enriquecido uranio hasta un 90 % de pureza, lo que se considera de grado militar, y Hezbolá está almacenando armas.
Halevi en el ojo de la tormenta política y social
A pesar de las dificultades, Halevi debe seguir supervisando la campaña contra el atrincheramiento iraní en Siria, aumentar la preparación bélica israelí y contribuir activamente a la resistencia israelí. Pero Netanyahu debe permitir que los mandos de las FDI y las fuerzas de seguridad se concentren en su trabajo sin ser obstaculizados.