Jonathan y Esther Pollard.- Hace 30 años, mi amada esposa Esther entró en la USP Marion, la prisión de más alta seguridad de los Estados Unidos, donde yo estaba languideciendo en una celda de calabozo de 3 pisos bajo tierra, detrás de 13 cerraduras y llaves.
Esther extendió la mano y cortó los grilletes de mi corazón y restauró mi alma a la vida. Fue entonces cuando la lucha por mi libertad comenzó en serio.
35 años pasaron rápido.
Hoy, Esther, sin miedo me cortó el dispositivo GPS de mi muñeca, devolviéndome la libertad casi completa (con total autorización de la oficina de libertad condicional.)
El último paso hacia la libertad que queda es nuestro regreso a la Tierra y a la Gente que amamos. ¡Dios mío, muy pronto!
Esther y yo estamos abrumados por la gratitud y queremos agradecer a toda la gente maravillosa de Israel y de los Estados Unidos desde el fondo de nuestros corazones que lucharon por nosotros durante todos los largos años en el camino hacia la libertad. También apreciamos profundamente sus tarjetas y cartas y especialmente sus oraciones a lo largo de los años.
Por último, y especialmente por la grave situación médica de Esther, agradecemos a toda nuestra familia y amigos de todas partes por entender nuestra necesidad de usar el tiempo que nos queda aquí en los EE.UU. con calma y tranquilidad para organizar nuestra Aliá a Israel y asegurar el tratamiento médico continuo de Esther.
Por lo tanto, esperamos mantener un perfil muy bajo para que pueda concentrarme en el cuidado de mi amada esposa.
Para ello, también nos gustaría añadir nuestro agradecimiento a todos los médicos locales que vinieron a nuestro rescate para salvar la vida de Esther, cuando no teníamos un seguro para ella y no teníamos a dónde acudir para obtener ayuda, entre ellos: Dr. Yashar Hirshaut, Dra. Marcy Susman, Dr. Joe Felder, Dr. Burton Cohen, Dr. Raphael Rosenbaum, Dr. Azriel Haimowitz, Dr. Lee Gause, Dra. Larissa Mashensky, Dr. Raphael Kellman Dr. Michael Bashevkin, y Dr. Alfred Rosenbaum.
Estos grandes doctores se han convertido en nuestra familia y con su ayuda esperamos una transición médica sin problemas para Esther y para mí en casa en Israel. Un agradecimiento especial al difunto Rabino Avraham Lieder, quien trabajó incansablemente para presentarnos a nuestro sobresaliente equipo médico.
Gracias de nuevo a todos los que han compartido este viaje con nosotros. ¡Los amamos a todos y les enviamos un gran abrazo!