Las unidades de la policía rusa, que acompañaron a las fuerzas rusas que se desplazan hacia el paso fronterizo de Nassib entre Jordania y Siria, han establecido sus posiciones allí y en algunas partes de la ciudad de Daraa, la capital de la región sureña del mismo nombre. Las milicias rebeldes han comenzado a entregar su equipo pesado al ejército sirio y, si no hay nuevos acontecimientos, Assad puede afirmar que el este de Daraa está en sus manos.
Amman está comenzando a examinar la posibilidad de repatriar a cientos de miles de refugiados que huyeron a Jordania durante la guerra e Israel se prepara para la siguiente etapa, en la que las fuerzas de Assad se desplegarán en posiciones que tenían antes de la guerra, determinadas por las líneas de separación acordadas sobre Israel y Siria en 1974. Entre estas dos etapas una batalla local todavía espera a Siria en las áreas occidentales de Daraa y en su frontera con Jordania hasta la cuenca del río Yarmouk, donde las fuerzas del Frente Nusra, así como algunas unidades de ISIS, están posicionados. Esta campaña puede demorar muchos días, posponiendo la toma de control total del sur por Assad.
Según informes provenientes de Siria, Rusia solo mantuvo en parte su compromiso con Jordania e Israel, por lo que las fuerzas iraníes y de Hezbolá no tomarían parte en la lucha en Daraa. Los combatientes de Hezbolá y varios oficiales iraníes fueron vistos en áreas de combate, pero en general el combate y el despliegue de las fuerzas en el área consistió solo de las fuerzas sirias y rusas. Mientras tanto, el acuerdo de cese al fuego aún no se inició en el oeste de Daraa. Se basa en una respuesta de las milicias locales, que debería llegar dentro del día siguiente.
Israel es considerado como el partido que dio luz verde para la entrada de las fuerzas de Assad en el sur de Siria, luego de las negociaciones celebradas entre el comandante de las fuerzas policiales de Rusia, un representante de la administración rusa, funcionarios jordanos e israelíes. Estos se basaron en un compromiso ruso para eliminar las fuerzas iraníes del área, a una distancia inicial de 40 kilómetros de la frontera jordana. Las negociaciones sobre la profundidad del despliegue iraní en los Altos del Golán se realizarán en una reunión entre Netanyahu y el presidente ruso, Vladimir Putin, el miércoles, seis días antes de la cumbre Putin-Trump, que tratará, entre otros asuntos, el acuerdo nuclear y la situación en Siria.
Israel insiste en que las fuerzas sirias no crucen las líneas de separación acordadas, pero sin hacerlo, Siria no podrá desalojar a las unidades de la milicia situadas en el área del Golán sirio. Israel, Siria y Rusia deberán encontrar una solución creativa que impida la entrada de las fuerzas sirias al tiempo que eliminen a las milicias. Una posibilidad es que Israel instruya a las milicias a abandonar los Altos del Golán a cambio de un compromiso sirio-ruso de no dañarlos. Otra opción es que Israel concesa acceso a unidades policiales mixtas sirio-rusas que establezcan un corredor de tránsito seguro para las milicias y los miles de refugiados que arribaron recientemente al Golán después de huir de los combates en Daraa.
El acuerdo de alto al fuego establece el despliegue de las fuerzas del régimen de Assad en el sur de Siria, completando la reanudación del control de Assad sobre la mayor parte de Siria. Este acuerdo se une a otros similares alcanzados en otras partes de Siria, como las negociaciones entre el régimen y las fuerzas kurdas y los acuerdos hechos con la minoría drusa en el sur de Siria. El control militar de estas áreas aún deja asuntos clave que deben resolverse antes de que Rusia pueda continuar con los movimientos diplomáticos que está planeando, que incluyen el establecimiento de un nuevo gobierno sirio y la implementación de una constitución revisada, formulada por Rusia junto con el régimen , así como la celebración de elecciones.
En manos de Rusia
Por lo tanto, además del despliegue de fuerzas en el Golán, Rusia deberá persuadir a Turquía para que retire sus fuerzas del norte de Siria, que invadió como parte de su campaña contra las unidades kurdas y su esfuerzo para evitar la contigüidad territorial kurda en Siria. Rusia también intentará crear una fórmula para la evacuación de las tropas estadounidenses, algunas de las cuales se encuentran en el norte de Siria, otras en el triángulo fronterizo entre Jordania, Siria e Irak, junto con la evacuación de las tropas iraníes. Esto ahora parece poco probable, ya que Irán no tiene la intención, al menos según sus declaraciones, de retirar todas sus fuerzas de Siria. Teherán recibió apoyo de parte del ministro de relaciones exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien dijo esta semana que no era realista exigir un retiro completo de las fuerzas iraníes de Siria.
Una de las preguntas que ahora se plantea es si Putin puede vincular la retirada iraní de Siria con el acuerdo nuclear. En otras palabras, ¿aceptará Trump suavizar sus posiciones con respecto a este acuerdo a cambio de un retiro iraní de Siria? Esto podría plantear un grave dilema para Israel en el que debe decidir cuál es la amenaza más concreta: un acuerdo nuclear válido, que Irán respete meticulosamente pero que plantea dudas sobre lo que sucede una vez que expira el acuerdo, o la presencia continua de Fuerzas iraníes en suelo sirio. Por ahora esta es una pregunta teórica, pero en poco más de una semana, Israel puede estar enfrentando una nueva luna de miel ruso-estadounidense, lo que le obligará a encontrar una estrategia alternativa.