El metaverso está en camino. Como ocurre con otros avances técnicos, presenta tanto nuevas posibilidades como amenazas.
El metaverso es una Internet de realidad virtual en la que los usuarios pueden moverse libremente de un entorno virtual a otro e interactuar con objetos digitales y representaciones digitales de sí mismos y de otros usuarios. También puede implicar la realidad aumentada, que es la mezcla de los mundos virtual y físico mediante la representación de personas y objetos del mundo físico en el virtual y la introducción de lo virtual en la visión que tienen las personas de los lugares físicos.
Las personas podrán llevar cascos de realidad virtual o gafas de realidad aumentada en entornos sociales, religiosos y profesionales, difuminando las fronteras entre lo digital y lo físico. Las vidas offline y online de las personas se complementarán, permitiéndoles encontrar un significado más profundo y experiencias más satisfactorias en el metaverso. He aquí el dilema.
Realidad aumentada, amenazas amplificadas
Cuando las personas desarrollan un afecto por algo, ya sea digital, físico o una combinación de ambos, eliminarlo de sus vidas puede acarrearles dolor emocional y sufrimiento. Para ser más precisos, las cosas que la gente aprecia más pueden ser explotadas por otros que pretenden hacer daño. Las personas con malas intenciones ya saben que el metaverso es una posible adición a su arsenal. Abre nuevas posibilidades para que los radicales ejerzan su control sobre los demás mediante la coacción, las amenazas y la intimidación. Existe el riesgo de que las organizaciones terroristas se establezcan en el metaverso. Los expertos predicen que el auge del metaverso creará nuevas debilidades y oportunidades explotables. He aquí tres formas en las que el metaverso obstaculizará los esfuerzos para combatir el terrorismo y el extremismo violento.
En primer lugar, el reclutamiento y la participación en línea son características definitorias del extremismo contemporáneo, y el metaverso amenaza con amplificar este potencial al facilitar el encuentro entre individuos. Gracias a la aparición del metaverso, los líderes extremistas disponen de una nueva capacidad para crear y mantener comunidades ideológicas y sociales virtuales, así como de medios poderosos y difíciles de desbaratar para extender sus filas y dominios de influencia.
En segundo lugar, el metaverso proporciona nuevos medios para coordinar, planificar y ejecutar actividades destructivas entre un gran número de miembros. Con la vigilancia y la recopilación de información adecuadas, los líderes extremistas podrían desarrollar mundos virtuales con representaciones de cualquier estructura real, lo que les permitiría guiar a los adeptos por rutas que condujeran a objetivos cruciales. Los miembros podrían aprender rutas viables y eficientes, organizar rutas alternativas si algunas están bloqueadas y elaborar numerosos planes de contingencia en caso de circunstancias imprevistas. A la hora de ejecutar un atentado en el mundo real, elementos de realidad aumentada como las flechas virtuales pueden guiar e identificar objetivos marcados para los extremistas violentos.
Los extremistas violentos pueden conspirar desde sus salones, sótanos o patios traseros, todo ello mientras establecen vínculos sociales, se ganan la confianza de sus iguales y aparecen ante los demás con los avatares digitales que han elegido. Gracias al tiempo que pasan en el metaverso, es probable que estos grupos extremistas estén mejor preparados que hoy cuando sus líderes den órdenes de actuar en el mundo real.
Por último, con la introducción de nuevos escenarios virtuales y de realidad mixta surge la posibilidad de nuevos objetivos. Del mismo modo que en el mundo real se pueden dañar edificios, acontecimientos y personas, lo mismo puede hacerse en el mundo virtual. Puede resultar sencillo descartar los peligros de esta realidad híbrida virtual y física afirmando que no es real y, por tanto, irrelevante.
La destrucción de una empresa de realidad aumentada o virtual conlleva pérdidas económicas reales. Al igual que ocurre con los lugares físicos, los entornos virtuales pueden planificarse y elaborarse con esmero y, en consecuencia, tienen el mismo valor que las personas atribuyen a los objetos en cuya creación han invertido tiempo y esfuerzo. Además, a medida que la tecnología se hace más pequeña y se incorpora más a la vida cotidiana de las personas, puede resultar más difícil simplemente desconectar el metaverso y desentenderse del daño.
Vigilancia virtual: La lucha contra el terrorismo en el metaverso
¿Cómo contrarrestar estos peligros y debilidades en desarrollo? Es legítimo que las empresas afirmen que el odio o la violencia no serán tolerados o que los extremistas serán descubiertos y excluidos de sus sedes virtuales. Pero hay que desconfiar de su veracidad, sobre todo a la luz de las recientes revelaciones sobre la peligrosa actividad de Meta en Facebook, Instagram y WhatsApp. Es posible beneficiarse del odio y la división.
La lucha contra el terrorismo en el metaverso requerirá probablemente un enfoque polifacético que incorpore medidas tanto proactivas como reactivas. Una posible medida proactiva es la creación de entornos virtuales que desalienten activamente la actividad extremista y promuevan ideologías y valores alternativos. Esto podría implicar el desarrollo de comunidades virtuales y eventos que proporcionen conexiones sociales positivas y contrarresten los mensajes extremistas. Las medidas reactivas podrían incluir una mayor vigilancia y recogida de información para identificar y desbaratar la actividad extremista virtual, así como el desarrollo de estrategias para responder a los ataques virtuales y mitigar sus consecuencias. También será importante que los responsables políticos y los expertos en seguridad anticipen y aborden las posibles vulnerabilidades del metaverso, como la capacidad de los líderes extremistas de ampliar sus filas y dominios de influencia o de coordinar y ejecutar actividades destructivas con miembros más numerosos.
Aunque todavía faltan algunos años para la llegada de un metaverso plenamente funcional, las amenazas potenciales que plantea el metaverso requieren la atención inmediata de un amplio abanico de individuos y organizaciones. Entre estas personas y organizaciones se encuentran los investigadores académicos, los responsables del desarrollo del metaverso y los encargados de proteger a la sociedad. Las amenazas requieren tanta o más inventiva en relación con el metaverso de la que probablemente muestren quienes tienen malas intenciones. Tenemos que prepararnos para este mundo que viene.