¿Se han dado cuenta de que el pleno de la Knéset está abierto, verdad? Se abrió y seguirá abierto hasta el jueves de esta semana, con el fin de alcanzar a aprobar una gran cantidad de leyes que esperan votación y confirmación.
Lo que ocurrirá en los próximos días es uno de los espectáculos más degradantes del sistema democrático. No hay otro mejor, como es bien sabido, pero a veces resulta profundamente desagradable: ante los ojos de toda la nación, en los medios y en conferencias de prensa, se libra un conflicto amargo que incluye la retirada de partidos de la coalición, amenazas de derribar al gobierno, acusaciones, insultos e incluso la intervención de padres, con todo lo que eso implica. Pero, en la práctica, lo que hay son intereses, movimientos políticos y una maquinaria que no se puede detener.