El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, renunció el lunes por la noche después de quejarse de que la política exterior de Irán está «envenenada por las luchas internas». Zarif anunció su renuncia en un post de Instagram, uno de los pocos medios sociales que no está bloqueado en el restrictivo Estado musulmán.
Una nube de especulaciones se cierne sobre el repentino aviso del ministro sobre el futuro de las intenciones nucleares iraníes. Zarif desempeñó un papel importante en la negociación del acuerdo nuclear de 2015 con el objetivo de impedir que Irán construya un arma nuclear. Irán continúa amenazando con usar todo lo que está en su poder para «destruir por completo a Israel». La renuncia de Zarif ahora pone en duda el futuro del acuerdo luego de que el presidente Donald Trump pusiera fin a la participación de Estados Unidos.
Los partidarios de Irán nunca confiaron en las negociaciones de Zarif con Occidente. Hay especulaciones de que Zarif finalmente decidió renunciar después de haber sido excluido de participar en una reciente visita a Teherán del presidente Assad de Siria. Irán ha sido el principal partidario e instigador de la brutal guerra de Assad contra su propio pueblo. Apoyada con el apoyo de Rusia y China, la política exterior de Teherán se ha endurecido hacia Siria, y Zarif se convirtió en un elemento moderado no deseado e innecesario en el régimen iraní.
Zarif, quien fue educado en los Estados Unidos y tiene un doctorado en derecho internacional de la Universidad de Denver, ha sido el rostro de los esfuerzos diplomáticos y mediáticos de Irán desde 2013 para “reconciliarse con el mundo”. Pero las intenciones nucleares de Irán y la agresiva beligerancia regional hacia Israel y otros países del Medio Oriente han aislado al país, acercándolo aún más a Rusia y China. La salida sorpresa de Zarif parece ser otro paso adelante en la dirección de un líder iraní de línea dura que no está dispuesto a abandonar su agenda beligerante.
Irán es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, con exportaciones anuales por valor de miles de millones de dólares. Bajo la presión de las sanciones estadounidenses e internacionales, y la devaluación de su moneda, el país está experimentando nuevamente protestas a gran escala por el aumento de los precios. Ahora, con su moderado ministro de asuntos exteriores fuera del camino, espere a que Irán caiga con fuerza contra los manifestantes.
En respuesta al anuncio de Zarif, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo en Twitter que la política de la Administración Trump con respecto a Irán se mantendría sin cambios. “Él (Zarif) y Hassan Rouhani son los líderes de una mafia religiosa corrupta. Nuestra política no ha cambiado, el régimen debe comportarse como un país normal y respetar a su gente”.
Fuente: Israel Today