Después de las amenazas viene la acción: Años de advertencias estadounidenses sobre la continuación de las investigaciones de la Corte Penal Internacional llevaron al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a tomar medidas sin precedentes contra la problemática institución de La Haya, el jueves.
Trump, siendo Trump, ha dado un golpe directo al personal de la CPI que se suponía que debía investigar a los soldados estadounidenses activos en Afganistán e Irak. Esto no solo se aplica al personal de la CPI, sino también a sus propiedades en los Estados Unidos y a sus familias, a quienes no se les permitirá entrar en territorio estadounidense.
El movimiento estadounidense tiene dientes. Hace que los casos contra los soldados de los Estados Unidos no tengan sentido, pues la CPI no podrá investigar los eventos en los que supuestamente estuvieron involucrados, así que es probable que se desmoronen. Además, y lo que es más importante, el paso del tiempo daña seriamente la importancia de la CPI, que ha estado tratando de ganar legitimidad internacional durante años. La señal de que se le niegue la entrada a los Estados Unidos tendrá un efecto. Cualquier país perjudicado por la CPI ahora tendrá permiso para luchar contra ella, como lo hizo los Estados Unidos.
La jefe fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, escupió en la cara de Estados Unidos cuando insistió en las investigaciones. Ahora que los Estados Unidos está escupiendo, se está ahogando, junto con la institución que dirige.
Pero las cosas no terminan ahí.
Las sanciones de Trump no solo incluyen al personal militar de los Estados Unidos, sino también a los comandantes de las FDI. Sí, a los investigadores de la CPI que se centran en Israel, no se les permitirá entrar a los Estados Unidos o el acceso a su propiedad allí. En la práctica esto es tratar a los comandantes de las FDI como si fueran soldados estadounidenses.
La comparación absoluta, que el presidente de los Estados Unidos está haciendo entre sus soldados y los nuestros, marca otro punto determinante en su increíble apoyo a Israel. El cinismo no puede explicar o burlarse más del compromiso total de Trump con Israel. Trump ha elevado el apoyo a Israel a cuotas sin precedentes. Cualquier presidente estadounidense que le suceda y exprese su apoyo al Estado Judío tendrá que esforzarse mucho para superar el listón establecido por el 45º presidente.