¿Cómo definir la noche en que los nazis asesinaron a cientos de judíos, destruyeron sus negocios y quemaron la totalidad de las Sinagogas de Alemania en la noche del 9 al 10 de Noviembre de 1938? La palabra que los alemanes han aplicado a tan terrible acontecimiento es Kristallnacht que se ha traducido como La Noche de los Cristales Rotos ¿Es acertada esta definición? Hagamos un poco de historia.
No fue casual que los nazis eligieran la noche del 9 al 10 de Noviembre de 1938 para cometer su bárbara acción contra los judíos, sus negocios, escuelas, casas e incluso contra sus cementerios. La fecha fue elegida en honor y recuerdo del nacimiento de Martín Lutero conocido como el padre de la Reforma. En la práctica Lutero fue el inductor ideológico del Nacional Socialismo Nazi que estaba y está basado en los escritos antisemitas del mencionado Martín Lutero.
En su conocido libro titulado “Sobre los judíos y sus mentiras” Lutero vomitó su odio contra los judíos, el judaísmo y todo lo relacionado con su estilo de vida. Los escritos antijudíos de Lutero prepararon la mente de muchos alemanes, no de todos evidentemente, para albergar en sus corazones un visceral odio contra el judaísmo y por tanto contra los judíos.
La propaganda antisemita ya estaba diseminada, hace mucho tiempo, en la sociedad alemana de la época. Los nazis no tenían que esforzarse demasiado en inducir el odio contra los judíos pues Lutero ya los había adoctrinado durante siglos al respecto. La mal llamada Noche de los Cristales Rotos no hace justicia a lo que pasó aquella aciaga noche. Kristallnacht debería ser conocida como La Noche de Lutero ya que su espíritu fue invocado en aquella satánica noche de muerte y destrucción.
El cristianismo, no confundir con los cristianos, lleva una marca de sangre imborrable por la eternidad por el odio inducido generación tras generación con el resultado de millones de judíos asesinados a lo largo de su historia. No podemos olvidar, ni ocultar, como lleva haciendo por el cristianismo por siglos, la figura de Martín Lutero como el inductor ideológico del nazismo y colaborador necesario del Holocausto nazi donde, recordemos de nuevo, más de seis millones de judíos fueron vilmente asesinados.
La propia Iglesia Luterana en un acto de inusual reconocimiento de culpa ha rechazado las diatribas antijudías de su fundador Lutero ¿Será esto suficiente? Me temo que no, dado la magnitud de tan sangrienta y destructiva actuación de una reconocida Iglesia Protestante que debería reparar, dentro de lo humanamente posible, las atrocidades del tristemente famoso Fray Martín Lutero.
La colaboración de las diferentes Iglesias cristianas, católica o protestante con el nazismo, condujo a los judíos a los campos de exterminio nazis. Los propios vecinos cristianos, no todos afortunadamente, los delataban ante la Gestapo o las SS para que los detuvieran.
La historia es luz para aquellos que quieren ver y ceguera para aquellos que no quieren saber la verdad ¡Como tu hiciste se hará contigo sentencia la Biblia! La misma que leían los nazis y sus colaboradores. El término atroz se queda corto para tan descomunal tragedia. Kristallnacht, La Noche de los Cristales Rotos, debe llevar el nombre que le corresponde y define como La Noche de Lutero ¡No se te olvide y recuérdaselo a esta desmemoriada generación!
Gracias sean dadas al Cielo por los miles y miles de cristianos que aman a Israel, como Pueblo de Dios, y a los judíos como Hermanos Mayores en la Fe. La bendición sea sobre ellos pues ya sabemos que el Cielo dice a Israel “A los que te bendigan los bendeciré” Así sea.