El 24 de mayo de 1991 comenzó la Operación Shlomó, que durante unas 35 horas y 41 vuelos aéreos trasladó algo más de 14 mil miembros de la comunidad Beta Israel (popularmente falashas) desde Addis Abeba, capital de Etiopía, a Israel.
A principios de la década del ‘70 se comenzó a debatir en el Estado de Israel si los miembros de la comunidad Beta Israel debían ser considerados judíos y, por lo tanto, su posibilidades de utilizar los beneficios otorgados por la “Ley del Retorno” a los judíos que desean radicarse en el Estado.
Habitantes de Etiopía, los miembros de la comunidad Beta Israel se consideraban judíos descendientes de una de las diez tribus perdidas y eran denominados despectivamente, en su país de origen, como “falashas” (extranjeros o exilados en amárico, idioma que se habla en el norte y centro de Etiopía). Se radicaron en ese territorio en la época del rey Salomón.
En 1975, el Gran Rabino Sefaradí del Estado de Israel, luego de realizar estudios al respecto, sentenció que los Beta Israel eran de origen judío, posiblemente descendientes de la tribu de Dan, y que debían ser aceptados.
El Gran Rabinato Ashkenazi, en especial Shlomo Goren, no estuvo de acuerdo, pero luego de unos años los aceptaron, luego de que realizaran un simple rito establecido por la Halajá (Ley judía).
Debido a una hambruna que azotaba el centro de África y afectaba a Etiopía, su gobierno a principios de los años ‘80 aceptó que los falashas emigraran a Israel vía Sudán, cuyo gobierno no puso reparos en tanto y en cuanto no se le diera publicidad. Fue así como miles de falashas se trasladaron a pie hasta la frontera con Sudán (camino que generó que un alto porcentaje pereciera), donde esperaron viviendo en campamentos temporarios para ser trasladados a Israel.
Inicialmente el traslado se hizo en pequeñas cantidades mediante barcos, para luego, en 1985, organizar un operativo aéreo denominado “Operación Moisés”, con el cual unos 7 mil emigraron a Israel. Sin embargo, este operativo tuvo que ser abandonado luego de que la noticia, por una infidencia, llegó a la redacción de uno de los más importantes diarios israelíes, que lo difundió. Por ello, el gobierno sudanés impidió que el operativo continuara, si bien se hicieron dos traslados menores más, de unas 2 mil personas en total, durante el resto de ese año.
Los años siguientes el gobierno israelí intentó, de manera infructuosa, lograr un acuerdo para seguir trasladando a los miembros de la comunidad Beta Israel y a principios de 1991, cuando la situación política de Etiopía era por demás complicada, y el gobierno dictatorial, presidido por Mengistu Haile Mariam, estaba por caer, funcionarios gubernamentales negociaron con Israel un convenio que permitió realizar el traslado en forma urgente, que fue denominado “Operación Shlomó”.
Unos 30 aviones, pertenecientes a la Fuerza Aérea israelí y a la empresa El Al, trasladaron desde Addis Abeba a los casi 15 mil falashas que se habían congregado en las cercanía de la capital etíope.
Durante el operativo una bebe nació en pleno vuelo y se batió un nuevo récord mundial, cuando 1.087 personas fueron trasladados en un avión Boeing 747.