Grupos judíos de todo el mundo conmemoraron el martes el séptimo aniversario del genocidio del Estado Islámico (ISIS) contra el pueblo yazidí, una minoría religiosa del norte de Irak.
El 3 de agosto de 2014, los militantes islamistas se apoderaron de la comunidad de Sinjar, en Irak, secuestrando a miles de yazidíes y asesinando a otros miles. La barbarie hizo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizara ataques aéreos contra las fuerzas del ISIS, amenazando también a los funcionarios estadounidenses que se encontraban cerca de Erbil.
El Comité Judío Americano lo calificó como “una de las atrocidades más horribles de la historia reciente”.
“Miles de yazidíes fueron asesinados y llevados a la esclavitud sexual por el Estado Islámico. Miles más siguen desaparecidos hasta el día de hoy”, dijo el AJC. “Nunca lo olvidaremos”.
El Congreso Judío Mundial también marcó el aniversario en las redes sociales, compartiendo imágenes de una entrevista con un sobreviviente de la atrocidad.
“El genocidio llevó a la expulsión, la huida y el exilio efectivo de los yazidíes de su tierra ancestral”, escribió la Unión Europea de Estudiantes Judíos (EUJS) en Twitter.
El grupo calificó los hechos como “parte de una triste tradición de exclusión, persecución y genocidios contra la minoría yazidí en Oriente Medio”.
“Mientras los hombres y niños eran asesinados, los jihadistas esclavizaban y violaban a las mujeres y niñas yazidíes. Todo esto ocurría ante nuestros ojos”, dijo el SJUE. “Mientras Occidente miraba hacia otro lado al principio, las fuerzas de autodefensa kurdas lucharon valientemente contra [el ISIS], crearon corredores humanitarios y pudieron salvar miles de vidas como resultado”.
El SJUE también destacó la difícil situación de los 1.400 yazidíes que recientemente se quedaron sin hogar por un incendio que destruyó un campo de desplazados en Sharya (Irak), en una región semiautónoma bajo control kurdo.
Hay menos de un millón de yazidíes en todo el mundo, según el Washington Post, y unos 200.000 siguen desplazados en Irak.
“Muchos yazidíes siguen sintiéndose abandonados en su dolor colectivo”, continuó la UEJS. “Nos unimos en solidaridad con el pueblo yazidí”.