El 8 de enero de 1935 nacía Elvis Presley (Elvis Aron Presley), uno de los artistas más admirados en el mundo occidental, cuya carrera cambió la música popular en los Estados Unidos y quien habría sido halájicamente judío gracias a su tatarabuela.
En “Gladys y Elvis”, una biografía de 1985, Elaine Dundy citó a un primo del Elvis Presley, Oscar Tackett, quien le contó que Nancy Burdine era judía, lo cual implicaría que su hija Martha Tackett Mansell, la de ésta, Octavia Mansell Smith, y la madre de Elvis, Gladys Love Smith, también lo fueron.
Paralelamente, en Internet pueden encontrarse innumerables anécdotas que darían testimonio de conexiones judías de Elvis Presley, como la lápida de la tumba original, en el cementerio Forest Park en Memphis, de Gladys, quien murió en agosto de 1958: diseñada por su hijo, tenía una cruz y una estrella de David.
Cuando fue enterrada nuevamente junto con Elvis en 1977, en Graceland, el símbolo judío ya no fue incluido. Además, Elvis a menudo usaba una cadena con un Jai, dije típico judío que refiere a la vida, e incluso se dice que lo llevaba la noche que murió, el 16 de agosto de 1977. Según el sitio Elvis Presley News, el Rey donó 150.000 dólares a la Academia Hebrea Memphis.
Por su parte, J. J. Goldberg, columnista de la revista judía Forward, informó que Elvis Presley donó una habitación del Centro Comunitario Judío de Memphis en honor a Meyer y Pauline Fortas, los padres de Alan, parte de su grupo de amigos íntimos, varios de los cuales eran judíos, como Larry Geller, peluquero de Elvis Presley y quien le enseñó Kabalá. Su segundo nombre, Aron, tendría así otra connotación.