La Casa Blanca agradeció a Guatemala el jueves por ser el primer país en seguir su ejemplo al trasladar su embajada a Jerusalén, y pidió a otros países que hagan lo mismo.
“Agradecemos a nuestro socio del Hemisferio Occidental por unirse a nosotros para reconocer la capital de Israel y alentar nuevas medidas”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Guatemala se convirtió el miércoles en el segundo país en trasladar su embajada a Jerusalén, dos días después de que Estados Unidos inaugurara su propia embajada en la ciudad, respondiendo a una demanda israelí de larga data por el reconocimiento de la ciudad como su capital.
El lunes, Paraguay abrirá su propia embajada en la ciudad. Ningún otro país tiene planes inmediatos para mover sus embajadas, aunque algunos han expresado su interés en hacer el cambio, entre ellos Honduras, la República Checa y Rumania.
La mayoría de los países mantienen embajadas en Tel Aviv y se han negado a trasladarlas hasta que se haya resuelto el estatus legal internacional de la ciudad en las negociaciones entre Israel y los árabes de la Autoridad Palestina. La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de diciembre de reconocer a Jerusalén y trasladar la embajada fue recibida con una condena internacional generalizada.
Israel reclama la ciudad entera como su capital eterna. Los árabes de la Autoridad Palestina, buscan el Este de Jerusalén como su capital futura y se enfurecieron con las movidas de la embajada.
Mientras que Israel ha hablado sugerido a que países también muevan sus embajadas siguiendo a los EE. UU., la declaración parece ser la primera vez que EE. UU. ha invitado abiertamente por la medida.
“Esperamos dar la bienvenida a muchos más de nuestros amigos y aliados en Jerusalén, la capital de Israel”, decía la declaración. La declaración también comparó la decisión de Trump con la del presidente Harry Truman de reconocer a Israel tras su fundación en 1948.
En un mensaje de video presentado en la inauguración de la embajada de Estados Unidos el lunes, Trump dijo que su reconocimiento era de “la realidad de que la capital de Israel es Jerusalén” y señaló que la ciudad alberga las principales instalaciones gubernamentales de Israel, la Corte Suprema, la Oficina del Primer Ministro y la casa del presidente.
También subrayó que Estados Unidos sigue comprometido con la facilitación de un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Palestina, y pidió a Israel que preserve el status quo en sitios religiosos en Jerusalén, algo que Israel siempre ha respetado, con particular énfasis en los sitios de la ocupación Islámica en el Monte del Templo del pueblo judío.