El 31 de julio de 1986 falleció a los 86 años Chiune Sugihara, ex diplomático japonés que en un mes de 1940 emitió las suficientes visas de tránsito para permitir que aproximadamente 6.000 judíos escapen de la Europa ocupada por los nazis.
Su historia es la de alguien que, enfrentado con una realidad que encontraba inaceptable, dejó de lado su carrera, familia y reputación, todas cualidades altamente valoradas en Japón, para hacer lo correcto.
Chiune Sugihara llegó a Kaunas, Lituania, con su familia en agosto de 1939 como diplomático japonés. Casi inmediatamente después los nazis invadieron Polonia, lo que llevó a que miles de judíos polacos huyeran hacia este país.
Armado solo con vagas instrucciones de Tokio, el hombre decidió, en consulta con su mujer, comenzar a distribuir visas de tránsito japonés a los judíos que se amotinaban afuera del consulado de su país. No paró hasta que quitaron a la embajada de ahí y hasta ese momento había emitido 2.139 visas, cada una podía servir a toda una familia. Sin embargos muchos no pudieron salir del país.
De vuelta en Japón, tras la guerra, Chiune Sugihara nunca fue oficialmente condecorado por sus acciones, sino que fue forzado a renunciar del servicio extranjero por cortes presupuestarios.