El Canciller alemán, Olaf Scholz, ha condenado enérgicamente el ataque con una bomba incendiaria contra una sinagoga en Berlín, afirmando que “nunca aceptaremos que se lleven a cabo ataques contra instituciones judías”.
En declaraciones a la prensa durante un viaje a Egipto, Scholz afirma que Alemania no aceptará protestas violentas y antisemitas y que se aumentará la protección de las instituciones judías.
“Me indigna personalmente lo que algunos de ellos gritan y hacen, y estoy convencido de que los ciudadanos alemanes son de la misma opinión que yo”, afirma Scholz, que se encontraba ayer en Israel.
“Estamos unidos por la protección también de los judíos” en Alemania, añade la canciller.
La policía dijo que estaba investigando “un intento de incendio grave” en el que dos personas se acercaron a pie a la sinagoga a las 3.45 de la madrugada y lanzaron dos cócteles molotov, que estallaron en la acera junto al edificio. Las dos personas, con el rostro cubierto, huyeron.
Un par de horas más tarde, cuando la policía ya estaba investigando el incidente, un hombre de 30 años se acercó a la sinagoga en patinete, lo tiró a un lado e intentó correr hacia el edificio. Cuando los agentes de policía lo detuvieron, se resistió y gritó consignas antiisraelíes.
“Todos estamos conmocionados por este atentado terrorista”, afirma en un comunicado el Consejo Central de los Judíos, principal grupo judío de Alemania. “Sobre todo, las familias del barrio que rodea la sinagoga están conmocionadas e intranquilas. Las palabras se convierten en hechos. La ideología de exterminio de Hamás contra todo lo judío también está teniendo efecto en Alemania”.