Los Ministerios de Asuntos Exteriores de Egipto y Jordania emitieron sendas declaraciones en las que condenan los ataques israelíes contra el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, en los que, según los informes, murieron unos 50 palestinos.
Egipto califica los ataques aéreos de “inhumanos” y de “flagrante violación del derecho internacional”, y advierte de las consecuencias de los “ataques indiscriminados contra civiles en los hospitales y sus alrededores, donde buscan refugio”. El Cairo también pide a la comunidad internacional que intervenga para detener los ataques israelíes y proporcionar ayuda humanitaria a los gazatíes.
Jordania también condenó el ataque israelí “en los términos más enérgicos”, responsabilizando a Israel de los últimos acontecimientos.
Hamás declaró que al menos 50 personas habían muerto y unas 150 habían resultado heridas.
Las cifras no han podido ser verificadas de forma independiente, pero un vídeo de AFP desde el lugar de los hechos parece mostrar al menos 47 cadáveres recuperados de entre los escombros después de que el ataque alcanzara varias casas del campo.
Israel afirma que el ataque mató a un alto mando de Hamás y a “numerosos” terroristas y que el derrumbe de los túneles terroristas subterráneos también derribó los edificios cercanos.