El ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, el tercer líder político israelí que se dirige a la nación esta noche, comienza destacando el escepticismo que, según él, sentían algunos respecto a la capacidad de las FDI para hacer frente a Hamás, y afirma que su actuación hasta ahora es “impresionante se mire por donde se mire”.
Dice que el país está unido tras las FDI. “El mundo entero debe saber que toda la sociedad israelí está unida y es fuerte… Y nuestro único interés es la victoria y el bien de Israel”.
Todos los recursos necesarios están dirigidos a derrotar a Hamás y devolver a los rehenes, afirma.
Los esfuerzos en favor de los rehenes no cesan, afirma.
Dice a los líderes de la región: “No hay lucha más moral que nuestra batalla por el derecho a vivir seguros en nuestra tierra. Tenéis que actuar para que después sea posible una realidad diferente, y para que Gaza no vuelva a estar en manos de aquellos cuyas manos están cubiertas de la sangre de los inocentes”.
“Es Hamás quien ha llevado a la ruina a los habitantes de Gaza. Debe ser presionado y atacado, para que los rehenes sean devueltos y para que llegue el día en que la guerra haya terminado”.
Refiriéndose a la cumbre árabe de hoy en Riad, dice que Israel no tolerará que predique sobre moral el sirio Assad, “el asesino de su propio pueblo”, o “el verdugo de Irán”, en referencia al presidente iraní Raisi. “Los que estrecharon la mano del líder de Irán recuerdan lo que ha hecho Irán”, afirma.
Los líderes regionales pueden ayudar a los palestinos con las necesidades humanitarias, y deben recordar “que la realidad exige un cambio de régimen en Gaza”.