El generador eléctrico del principal hospital del norte de la Franja de Gaza ha dejado de funcionar esta mañana, según ha informado el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
El Hospital Indonesio de Beit Lahia está cerca del campo de refugiados de Jabaliya, densamente poblado, que ha sido blanco de intensos ataques aéreos israelíes esta semana.
El portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf Al-Qudra, afirma en una declaración televisada que el hospital funciona con un generador de reserva más pequeño, pero tuvo que apagar las luces de la mayoría de las habitaciones, desconectar los generadores de oxígeno y recurrir a bombonas de oxígeno, y apagar los frigoríficos de los depósitos de cadáveres.
“Estas medidas excepcionales permitirán que el Hospital Indonesio funcione durante unos días”, afirma Al-Qudra. “Sin embargo, si no podemos conseguir electricidad o combustible, nos enfrentaremos a un desastre”.
Las autoridades sanitarias de Gaza llevan advirtiendo del peligro inminente de cierre de los hospitales desde los primeros días de la guerra.
Las FDI hicieron pública ayer la grabación de una conversación interceptada por los servicios de inteligencia en la que un comandante de Hamás alude repetidamente a que Hamás está sacando combustible de las reservas del hospital.
Aunque algunos camiones de ayuda han entrado en la Franja de Gaza bloqueada desde que comenzó la guerra el mes pasado, Israel no ha permitido que los camiones traigan combustible, que Hamás necesita para hacer funcionar la ventilación y la electricidad de su vasta red de túneles.
Israel afirma que Hamás dispone de cientos de miles de litros de combustible que podría suministrar a hospitales y otros civiles.