Ayer, Israel acusó al jefe de la ONU, Guterres, de justificar la embestida de Hamás por haber dicho que “no se produjo en el vacío”. En respuesta, Guterres dijo que Jerusalén había tergiversado sus declaraciones y que él había dicho específicamente en el mismo discurso que “los agravios del pueblo palestino no pueden justificar los atroces ataques de Hamás”.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, no se dejó impresionar por la defensa de Guterres, calificando de “vergüenza” su negativa a retirar o disculparse por los comentarios y exigiendo que Guterres dimitiera.
Una vez más, el secretario general ha tergiversado y distorsionado la verdad. Ayer dejó meridianamente claro que la matanza y la ola de asesinatos cometidos por Hamás “no se produjeron en el vacío”. Con sus declaraciones, “todo el mundo entiende y comprendió muy bien que el significado es: que Israel es culpable de las acciones de Hamás o, como mínimo, una demostración de comprensión y justificación por parte del secretario general de la masacre”, añade Erdan en un comunicado.
Además, “un secretario general que no entienda que el asesinato de inocentes no puede tener justificación ni «trasfondo» no puede ser secretario general”, afirma.