En una declaración contundente, Netanyahu afirmó que “nunca más es ahora” al referirse a los esfuerzos por liberar a los secuestrados y reunirlos con sus seres queridos. Manifestó su dolor tras reunirse con las familias afectadas y aseguró que Israel aprovechará todas las oportunidades para lograr su liberación.
El primer ministro también defendió la integridad moral de las FDI, afirmando que son “el ejército más moral del mundo”. Respondió a las acusaciones de crímenes de guerra, calificándolas de hipócritas y mentirosas.
Netanyahu acusó a Hamás de cometer crímenes de guerra al utilizar escudos humanos y desviar combustible destinado a hospitales. Subrayó que Israel está librando una guerra en nombre de la humanidad y que sus aliados en el mundo occidental y el mundo árabe respaldan esta lucha.
El primer ministro destacó las visitas de líderes internacionales, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania, Francia, Países Bajos, Grecia y Chipre, como muestras de solidaridad y respaldo a Israel. Afirmó que estos líderes dejaron claro que esperan la victoria de Israel.
Netanyahu reconoció que la etapa inicial de la operación involucró una campaña aérea masiva para garantizar la seguridad de las fuerzas terrestres de Israel. Señaló que han logrado eliminar a numerosos terroristas y destruir infraestructuras terroristas, pero advirtió que la guerra será larga y difícil, y que Israel está preparado para enfrentarla.