En un mundo donde la guerra y el conflicto son una cruda realidad, es imperativo mantener un enfoque implacable y único para triunfar. Esta verdad ineludible se aplica con fuerza a la situación actual de Israel. Desde que Israel decidió pausar y luego reanudar su ofensiva contra Hamás bajo una vigilancia estadounidense más estricta, ha perdido ese enfoque vital. Intentar alcanzar múltiples objetivos y equilibrar intereses contradictorios es una receta para el fracaso. Ahora, Israel debe redirigir toda su atención y recursos hacia su objetivo más crítico: la erradicación de la amenaza de Hamás y el restablecimiento de su poder disuasivo en el Medio Oriente.
Esto implica un uso implacable de la fuerza militar, atacando sin vacilaciones a …