El Patriarca Kirill, líder espiritual ortodoxo de Moscú, condena los disturbios antiisraelíes en un aeropuerto de la región de Daguestán, de mayoría musulmana, como un intento de “sembrar la discordia” entre judíos y musulmanes rusos.
El poderoso líder religioso habla un día después de que una turba violenta descendiera sobre el aeropuerto de Makhachkala en busca de judíos tras el aterrizaje de un vuelo procedente de Israel.
No había “ninguna justificación moral para quienes planearon atacar a personas inocentes”, afirma sobre el incidente del domingo, y añade: “Veo lo ocurrido como un intento de sembrar la discordia entre musulmanes y judíos en Rusia, que durante siglos mantuvieron buenas relaciones de amistad y cooperación”.
Kirill, ferviente partidario del presidente Vladímir Putin, ve injerencias externas en los disturbios, al igual que el Kremlin.
“No me cabe duda de que las fuerzas que provocaron este incidente no se detendrán ante nada para causar desórdenes en nuestro país”, afirma en un comunicado, en el que añade: “En estos sucesos vemos un intento de trasladar este enfrentamiento ajeno a nuestra tierra”.
El Patriarca Kirill acoge con satisfacción los llamamientos de los líderes religiosos de Daguestán para detener la violencia y pide “que se les escuche”.
También pide a los rusos de todas las confesiones “que valoren con todas las fuerzas y fortalezcan este mundo interreligioso que construyeron muchas generaciones de nuestros antepasados”.
El Patriarca Kirill se sentó entre el principal muftí y el rabino jefe de Rusia la semana pasada, cuando los líderes religiosos se reunieron con Putin en el Kremlin para hablar de cómo evitar tensiones entre las distintas comunidades religiosas de Rusia a causa de la guerra entre Israel y Hamás.